Ya que la gente ha dejado de orar a Dios y la veneración al falso ídolo “alcohol” va en incremento, la iglesia se ha unido al enemigo y ha optado por permitir novedosas formas de ofrecer homilía.
Si van a embriagarse, embriáguense con la palabra de Dios, parece ser la nueva postura que algunas iglesias en Estados Unidos han tomado, ya que han optado por ofrecer servicios mientras sus feligreses disfrutan de una buena cerveza, como el caso de los parroquianos del “pub” Zio Carlo en Fort Worth, Texas, a quienes cada tarde de domingo se les ofrece “la salvación y la vida eterna con una cerveza”.
Lo anterior está funcionando –para ambas partes, el bar y la iglesia- ya que cada misa llega a tener entre 30 y 40 asistentes. Dados los resultados, esta tendencia busca expandirse.
Pese a que algunos puedan pensar que esta práctica es sacrílega, por el contrario, incluso la Evangelical Lutheran Church in America recientemente dio su “bendición” para que la llamada “Church-in-a-pub” continúe con su labor evangélica.
“La embriaguez es un pecado…pero cerveza o alcohol con moderación puede ser un regalo de Dios”, asegura el Pastor Matt Bastayi, uno de los líderes y defensores de esta nueva forma de rendir culto.
“No estamos tratando de alentar a beber (…) estamos alentando a ser honestos, en reuniones íntimas donde la comida y la bebida se disfrutan”, señaló Susan Spark, pastor de Nueva York creador de las reuniones “Beer and Bible”. “Se trata de reunir a la familia. Eso es todo lo que estamos tratando de hacer”, concluyó.
Amén.