A todos nos ha tocado asistir a una boda, evento solemne en el que una pareja decide unir sus vidas para siempre, ante la mirada de sus familiares y amigos.

Aunque haya diferentes formas de realizarlas y sin importar el presupuesto, los tipos de invitados o el lugar dónde se realice el bodorrio, éstas siempre coinciden en algunos puntos, .

Seguramente este sábado alguno de ustedes asistirá a una boda, para que vayan entrando en ambiente, les dejamos esta nota con varios momentos que seguro vivirás o has vivido:

Echar la casa por la ventana

No importa en qué condición económica se encuentren los novios y sus familiares, cuando hay una boda casi nadie escatima en recursos, se emplean los ahorros de toda una vida o se piden prestamos. Pocas son las bodas en México que se realizan de forma sobria o pensando en mejor ahorrar para el futuro.

El objetivo: apantallar a los invitados.

varoboda_f

El baile entre los novios

Para las invitadas: un momento romántico y especial. Para los novios: algo aburridísimo. Generalmente es una canción romántica cursi que en el peor de los casos es del grupo Camila o de la película Titanic.

En nuestra opinión, este momento sólo sirve para evidenciar que el novio no sabe bailar.

Los borrachos

La boda de verdad no ocurre en la Iglesia, ni al momento del baile, sino cuando los invitados comienzan a ponerse jacarandosos a causa del alcohol. No nos dejarán mentir: Muchos van a una boda no por cariño a la pareja que contrae nupcias, sino para beber alcohol gratis.

Sin importar si echan a perder la fiesta, los invitados que gustan de ponerse hasta las chanclas generalmente protagonizan alguna escena de pena ajena: Alguien llora, se agarra a golpes, termina con las medias corridas, pronuncia un discurso inoportuno, tirándole los perros a quién no debe, etc.

El show aumenta cuando también los novios se ponen hasta el full.

Déjenla, anda chida:

borrachanovia_chida

Las que se cuelgan hasta el molcajete

Se supone que en una boda la que más guapa debe verse, y brillará con luz propia es la novia. Sin embargo, al resto de las invitadas esto les importa un cacahuate y suelen presentarse en la boda despampanantes y sobre producidas. Vamos, hasta las desconocemos.

Muchas piensan que se les va el último tren para abandonar la soltería y por eso, deciden echar toda la carne al asador para conseguir a su futuro esposo lo más pronto posible.

Lo gracioso es que después de tanta dedicación, y tras un par de cubas, las pobres pierden la compostura y terminan así:

Actress Kate Hudson arriving at the Dorchester hotel in London.

Bailar hasta que te salgan ampollas.

Entre la Sopa de Caracol, el Payaso de Rodeo y esas cosas, los invitados bailadores suelen sufrir lesiones en sus pies de atleta, incluso a una que otra dama se le rompe el tacón.

De cuando todos hacemos el ridículo

Llega el momento en el que a todos les gana la emoción y no les importa hacer el ridículo ni el qué dirán, eso ocurre cuando comienza la batucada y reparten bigotes, matracas, sombreros, lentes gigantes y demás artilugios malignos que hacen que todos se contagien y se paren a (quesque) bailar.

A todos nos ha pasado, no sientan pena.

No puedes dejar de participar en “La Víbora de la Mar”.

Sobre todo si eres hombre, esta tradición se vuelve el pretexto ideal para hacer volar por los aires a los invitados que te caen gordos.

boraviram

El momento de echarnos un taco de ojo con la novia

O bueno, no exactamente. Es una tradición el momento donde el novio le alza el vestido a la novia para quitarle la liga, mostrando de paso la pierna de la susodicha. Si la recién casada tiene buen chamorro, es el momento idóneo para echarnos un taco de ojo sin ser mal vistos por la sociedad.

Atrapar el ramo

Suele ser una carnicería. Como ya mencionamos, muchas chicas piensan que se les va el tren del amor, y se aferran a cualquier ilusión. Dicen que quien logra hacerse de este objeto será la próxima en casarse.

Un tip para que se diviertan cuando vayan a una boda: vean el rostro de la pareja de la mujer que agarró el ramo, casi siempre tiene cara de terror.

gaviota_novia_df

Los niños corriendo en los momentos más importantes

Hay parejas que eligen que no haya niños en sus bodas, pero quienes pasan este detalle por alto a veces suelen lamentarlo. Y es que a la hora del baile con los papás, de los discursos o del brindis, nunca faltan los niños correteándose por todos lados.

Esto está bien si te gustan los niños y no tienes bronca con que estén jugando e interrumpiendo las cosas, pero en caso contrario puedes pasártela haciendo corajes.

La pachanga se acaba después de los chilaquiles

Osea, casi al amanecer. Generalmente, la mejor forma de medir la efectividad de una boda es por la cantidad de gente que se queda hasta el final de la fiesta, que es más o menos cuando salen los chilaquiles, platillo siempre recibido por gusto por aquellos que ya traen sus alcoholes encima.

* * * * *

¿Y ustedes, qué otro detalle tradicional y vacilador recuerdan de las bodas a las que han asistido?

*** Vía MatadorEspañol

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook