El arte es subjetivo, y en gran medida, su valor depende del punto de vista que cada espectador le da. Por eso, una obra que para algunos puede encerrar un profundo significado, para otros es una mafufada sin sentido.
En ese sentido gira Moneyball, una obra de arte creada por el argentino Alberto Echegaray Guevara (Cayman, pa’ los cuates), cuya creación para muchos puede ser polémica, pues se trata de un recipiente esférico con un millón de dólares en su interior, cifra conformada por billetes triturados.
Sí, como lo leen, el buen Alberto Echegaray quería participar en la Feria de Arte de Buenos Aires (ArteBA) y para ello se le ocurrió tomar un millón de dólares, conformado por billetes de US$100, y triturarlos hasta quedarse con puras tiritas.
Con un millón de dólares muchos se irían a recorrer el mundo, otros se comprarían una casita, algunos loquillos se harían de un auto lujoso, pondrían un negocio o lo ahorrarían; pero este argentino prefirió destruir el millón de dólares en el nombre del arte con la intención de hacer pensar a la sociedad en el valor que se le da al dinero.
¡PUM!
Hasta le hicieron un documental bien pipiris-nais en donde Cayman (así es su nombre artístico) nos explica su obra:
¡Qué tal!
Seguramente muchos deben estar mentando madres porque “cómo es posible que ese señor se ponga a destruir un millón de dólares, habiendo tantas personas que viven en pobreza extrema y hay niños muriendo a causa de la hambruna”.
Nosotros pensamos lo mismo, pero luego nos enteramos que los billetes empleados por este artista argentino eran billetes en desuso, que le proporcionó el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Ahhh bueno, así sí. Aunque también han salido algunos inconformes para los que esta obra de arte no tiene validez pues los billetes ya no estaban vigentes y por lo tanto, no es transgresora.
Ya ven, el arte depende del punto de vista de cada persona.