Por robar un cartel de propaganda en un hotel, Otto Warmbier fue condenado a 15 años de trabajos forzados por el gobierno de Corea del Norte, esto en marzo de 2016. Mientras cumplía su condena, el joven estudiante de 22 años cayó en estado de coma. Según las autoridades del régimen de Kim Jong-un, Warmbier contrajo botulismo y, por ello, le administraron la “píldora para dormir”. Sin embargo, para los médicos en Estados Unidos sigue sin quedar clara esa información. Como sea, ahora, luego de una semana de ser liberado, Otto ha muerto en un hospital de Cincinnati, Ohio, confirmó su familia.
Luego de darse a conocer el deceso, el presidente Donald Trump expresó sus condolencias a los deudos del joven estudiante, sin dejar de condenar la “brutalidad” del régimen de Corea del Norte. “El destino de Otto profundiza la determinación de mi administración de evitar que tales tragedias a manos de regímenes que no respetan el estado de derecho o la decencia humana básica lleguen a personas inocentes”, señaló el republicano por medio de un comunicado.
Tillerson sobre el joven de #EEUU que Piongyang liberó en coma: “Consideramos a #CoreaDelNorte responsable de la muerte de Otto #Warmbler” https://t.co/36LtNnfcvq
— Bricio Segovia (@briciosegovia) 20 de junio de 2017
De acuerdo con la BBC, tras sufrir graves daños cerebrales producto de su condición, Warmbier fue “liberado” y fue trasladado de Corea del Norte a un hospital de su ciudad natal, Cincinnati. Ahí, familiares del estudiante acusaron que su condición y posterior muerte fue debido a los maltratos y torturas a los que fue sometido por parte de las autoridades norcoreanas. A su llegada a Estados Unidos, Otto era incapaz de “hablar, ver y de reaccionar a estímulos verbales”, señala el comunicado dado a conocer luego de la muerte de Warmbier, quien falleció ayer alrededor de las 2:20 de la tarde.
Parecía muy incómodo, casi angustiado. Aunque nunca volvimos a oír su voz, en un día cambió la expresión de su rostro, estaba en paz, estaba en casa y creemos que podía sentirlo.
Fue hasta poco antes de la liberación de Otto que su familia se enteró de la condición en que se encontraba, la cual –según las autoridades de Corea del Norte– fue producto del botulismo que contrajo poco después de haber sido condenado, en 2016, y que se agravó al administrarle una pastilla para dormir. A partir de entonces quedó en estado de coma.
Sin embargo, médicos de Estados Unidos no pudieron hallar en Otto ningún signo de botulismo. “Su condición neurológica puede ser mejor descrita como un estado de vigilia sin respuesta”, señaló Daniel Kanter, uno de los médicos que le atendió. Por otra parte, tras diversos estudios, tampoco detectaron huellas de maltrato físico. Entonces, la causa de la muerte de Warmbier sigue sin ser clarificada.
Otto Warmbier ingresó a Corea del Norte como turista. En enero de 2016 fue arrestado por el intento de robo de un cartel. Según confesó el propio joven, el objetivo del robo era “dañar la motivación y ética de trabajo del pueblo coreano”, esto a pedido de una iglesia protestante metodista de Ohio.
Aunque fue condenado a 15 años de trabajos forzados, el gobierno norcoreano decidió su liberación “por razones humanitarias”.