Algunos dirán que José Mujica está inflado por los medios que no se cansan de reconocerle la sencillez que durante todo su mandato demostró… pero ahora que está por terminar su administración, el presidente uruguayo no hace más que cosechar lo que sembró…
Durante una entrevista que le realizaban medios locales, Pepe –como le conocen en su país– fue abordado por un indigente que, así como muchas personas en situación de calle, piden ayuda a los transeúntes.
Para continuar atendiendo a los medios, el mandatario uruguayo solicitó a las personas que lo acompañaban que asistieran al necesitado… pero “El César”–nombre del indigente– quería que la ayuda viniera del presidente: “una moneda para comer algo”, le rogaba con lágrimas en los ojos. “Pero no llorés, ¡carajo!”, le pidió Mujica, para risas de todos los presentes… eso sí, don Pepe no traía monedas, así que se tuvo que mochar con un billetito de a $100… ante tal dádiva el sujeto lanzó un grito al más puro estilo del Doctor García: “Quiero que sea presidente toda la vida”.
“No, no. ¡¿Sos loco?!”, respondió Mujica, que lo que quiere es ya descansar… quizás no en una mansión de 7 millones de dólares, pero eso sí, con mucha tranquilidad.
Del curioso evento destaca la accesibilidad del presidente: que ande en la calle un mandatario no es tan común; seamos sinceros, eso no se ve muy seguido en otros países… ni siquiera por parte de políticos de más bajo nivel… y a eso súmenle la escaza escolta que parece que lo acompaña, ¿pos cómo pa’ qué?