Lo que necesitas saber:
Además de usar ‘Louvre’ como contraseña, el Museo tenía programas obsoletos en sus sistemas de seguridad
El robo del Museo Louvre hace unas semanas, nos hizo creer que podía ser digno de una película; imaginar lo sofisticado del operativo nos intrigaba cañón. Bueno, eso era antes de enterarnos de que la seguridad del recinto no era lo mejor, sobre todo su contraseña de acceso al sistema de videovigilancia.
Museo Louvre usaba ‘Louvre’ como contraseña de acceso
Sucede que el medio parisino Libération reveló un informe de seguridad que dejó al descubierto fallas de seguridad del Louvre que caen en lo absurdo. Para empezar, que ‘LOUVRE’ era su contraseña de acceso principal a las cámaras de seguridad.
Oh sí, uno de los museos más famosos e importantes del mundo, usaba su nombre como clave principal de acceso. Has de cuenta tu compa que usa “Contraseña”, “1234” y otras dignas de entrar a una lista de las peores contraseñas del año (en serio, hay una lista de las peores contraseñas del mundo y aquí la dejamos).
Rachida Dati, ministra de Cultura de París, mantuvo mucho tiempo el discurso de que los sistemas de seguridad del Louvre no fallaron en ningún momento, dándole todo el mérito a los criminales. Pero con el paso de los días y de las investigaciones, admitió que hubo fallas de seguridad que ayudaron un poco.
Las demás fallas de seguridad en el Museo Louvre
Y no, la pésima contraseña no era lo único; el Louvre tenía más fallas en sus sistemas de seguridad.
Documentos oficiales de distintas auditorías, consultados por el citado medio, revelaron que THALES era otra contraseña para acceder al sistema de videovigilancia, y esa palabra es el nombre del programa informático que lo protegía. Vaya, no se esforzaban nada en idear contraseñas seguras.
Va otra: En 2014 el Museo Louvre usaba Windows 2000 como sistema operativo, totalmente obsoleto para esa época; y para 2021, una nueva inspección descubrió que usaban sistemas operativos tan obsoletos, que ya ni siquiera se podían actualizar con versiones recientes.
La auditoría fue realizada por la Agencia de Ciberseguridad Francesa (ANSSI), y el Louvre era tan vulnerable, que su personal logró acceder a computadoras personales de empleados, así como entrar a una base de datos desde la que podían conceder acceso a la red a la persona que quisieran.
En fin, que todo apunta a que el robo del Louvre no fue la misión de un comando súper sofisticado lleno de agentes ultrasecretos. Con esa contraseña, pudo ser cualquiera, ¿no?
