Uno de los sets de juego lanzado por Lego inspirado en el mundo de “Star Wars”, ha enfurecido a los musulmanes turcos que opinan que “El Palacio de Jabba” es una representación racista de una mezquita y un minarete, ambas estructuras tradicionales de dicha religión.
El popular juguete para niños (y no tan niños) está basado en el infame palacio donde el gánster espacial Jabba, el Hutt convive con sus secuaces y prisioneros; sin embargo, un grupo musulmán de Austria, la Comunidad Cultural Turca (TCC, por sus siglas en inglés), ha pegado el grito en el cielo por considerar que el artículo es una “manifestación depravada de la cultura musulmana”.
El grupo indica que “El Palacio de Jabba” está lleno de estereotipos unidimensionales y negativos tales como la fascinación de Jabba por fumar hookah y asesinar a sus víctimas.
“Toda la escena es una insinuación vulgar que muestra a los asiáticos y orientales como personas con personalidades criminales“, comenta un representante del grupo.
La TCC también indica que el palacio en cuestión tiene un gran parecido al templo de Santa Sofía, en Estambul. Para ellos, el lugar que habita Jabba y su banda de criminales es uno lleno de depravación y crimen que no debe, de ninguna manera, parecerse a ningún templo existente del mundo musulmán.
El grupo ha iniciado una campaña para evitar que los niños o sus padres adquieran los productos que ellos llaman “ejemplos de intolerancia”. Por otro lado, la TCC amenaza que si Lego no retira el producto de las tiendas, el grupo se verá obligado a tomar acciones legales contra la compañía.
