Como cuando en los conciertos todo mundo grita nomás porque sale el güey que prueba el audio, así ahora muchos comienzan a señalar al exrector de la UNAM, José Narro Robles, como posible aspirante a la candidatura presidencial, sólo porque ayer encabezó –él solito– un evento del PRI.

Bueno, hay que decir que no fue cualquier evento. Se trató de la ceremonia por el aniversario luctuoso de, quizás, uno de los priistas mejor recordados… o al menos uno que no alcanzó a decepcionar a la banda: nada menos que Luis Donaldo Colosio, quien en 1994 fue asesinado en plena campaña presidencial, la cual tenía prácticamente ganada. Casi, casi, un magnicidio.

En fin, en un evento de tal envergadura –y con los tiempos políticos– no hubiera sido raro darle el micrófono a algún priista, de esos que ya están bien apuntados a la presidencia: tal vez Osorio Chong, Eruviel Ávila o Aurelio Nuño. O ya de plano nadie y mejor dejarle el encargo al gris líder nacional, Enrique Ochoa.

Pero no, quizás para calar cómo la gente recibiría la postulación de José Narro, el exrector fue lanzado a conmemorar al hombre con el que colaboró en la creación de Solidaridad, el programa social más recordado de las épocas de Carlos Salinas de Gortari. Y cómo no recordarlo, con semejante trancazo musical con el que se le dio promoción… ¡hasta con Rigo Tovar y Pocholo, cómo fregados no!

En fin, el actual secretario de Salud recordó al buen Colosio señalando que, así como cuando el caído en Lomas Taurinas fue candidato presidencial, México lo que menos quiere ahora son “aventuras políticas. México no quiere saltos al vacío, México no quiere retroceder a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces. México quiere democracia pero rechaza su perversion: la demagogia”, cita El Financiero al exrector universitario.

Después de terminada la ceremonia en la que también se dieron el rol los líderes del PRI, Claudia Ruiz Massieu y Enrique Ochoa, Narro fue cuestionado por los reporteros respecto a sus aspiraciones presidenciales.

Estos no son los tiempos todavía (para pensar en la candidatura presidencial), el partido habrá de definir en su momento mecanismos, fórmulas, reglas (…). Llegará el momento y habrá que ver cómo es ese momento, qué es lo que pasa y tendremos todos que esperar”.

Así como muchos otros actores políticos que bien que quieren, pero se hacen de la boca chiquita, Narro aseguró que lo suyo por ahora es trabajar para Enrique Peña Nieto, con quien tiene un compromiso y de quien recibió una chamba que hace con disciplina y pasión. Ya después, cuando digan en el PRI qué hay que hacer para llegar a la grande, quizás la cosa cambie.

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