Mientras que en países como Estados Unidos el porcentaje de personas totalmente vacunadas supera el 90%, hay países en el continente africano, como Burundi, en donde el porcentaje de vacunación contra COVID-19 es del 0.0025% o República Democrática del Congo con el 0.06%.
De hecho en toda África el avance de vacunación con esquema completo es de solo el 7%.
Hace algunos días, el país de Nigeria destruyó más de un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca porque ya estaban caducadas y fue la manera de darle tranquilidad a la población para vacunarse.
¿Por qué las vacunas estaban caducadas?
¿Por qué mientras que unos países ya están pensando en la cuarta dosis de la vacuna contra COVID, otros no han tenido acceso a la vacuna? La Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios expertos en el mundo ya habían dado luz a la razón de por qué el virus mutó tan rápido: hay una distribución bastante desigual de las vacunas.
Eso además de que en los países más pobres hay complicaciones logísticas para la distribución del biológico.
A principios de diciembre más de un millón de dosis caducaron en Nigeria sin que pudieran ser utilizadas. De acuerdo con las autoridades, la escasez de suministros en África obligó al país a aceptar las dosis a pesar de que las vacunas ya tenían un tiempo corto de vida.
Las dosis destruidas fueron un millón 66 mil 214.
El monitoreo de la Universidad de Oxford revela que en Nigeria el 1.96% de la población ya tiene el esquema completo de vacunación, así como el 2.2% de personas con una dosis. Esto suma poco más del 4%.
Hasta el momento el 57% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID, lo que significa que se han aplicado 8 mil 810 millones de dosis, es decir, aplicar 33.88 millones por día. El asunto es que en los países de bajos ingresos solo el 8.1% ha recibido al menos una dosis.