Este jueves, el medio estadounidense NowThis publicó un video en donde se puede ver a niños migrantes presentándose ante un juez de inmigración en Estados Unidos como parte de sus procesos de deportación. 

Es alarmante observar como es que niños tan pequeños, que muchas veces no entienden lo que es un abogado siquiera, tengan que enfrentarse solos ante sus juicios de deportación. Tomando en cuenta que fueron previamente separados de sus familiares, ya que los menores no pueden ser juzgados.

Pero, ¿en verdad tienen que pasar por ese proceso solos?

 

El pasado mes de enero, la Corte de Apelaciones del 9º Circuito en Estados Unidos, reafirmó que los inmigrantes menores de edad no tienen derecho a la asistencia de un abogado pagado por el gobierno cuando están en proceso de deportación. 

Es decir, existe un sistema que concede a los niños una audiencia justa, pero “obligar” al gobierno a que les otorgue abogados gratuitos implicaría un gasto que “llevaría al límite a un sistema de inmigración ya sobrecargado”. Al menos ese es su argumento.

El resultado es un proceso injusto ya que los niños no tienen capacidad de sobrellevar asuntos jurídicos complejos, que comúnmente son llevados por abogados expertos del gobierno.

Entonces, a pesar de que no tienen derecho a un abogado gratuito frente a los tribunales de inmigración, sí la pueden encontrar a través de organizaciones sin fines de lucro y bufetes de abogados que trabajan de forma gratuita por la causa. 

Aquí podríamos decir que el gobierno federal contribuye de manera indirecta en sus asistencia. La Oficina de Reasentamiento de Refugiados, que es parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos, tiene un contrato con el Instituto Vera para la Justicia sin fines de lucro. Esta a su vez subcontrata a más de una docena de organizaciones en todo el país para proporcionar representación legal gratuita y asesoramiento a inmigrantes que enfrentan la deportación y otros asuntos legales.

Aunque, el gobierno se encuentra realizando una “revisión costo-efectividad” para determinar si se continúa con el programa.

A pesar de que el video mostrado anteriormente se trata de una dramatización, las causas que llevaron a Linda Freedman a grabar el material sí son reales. Explica que en marzo de 2014 se encontraba leyendo el periódico cuando encontró un artículo de  Anna Ciesielski, una abogada que trabaja para el Servicio de Asesoramiento de Inmigración.

Su trabajo era representar niños no acompañados provenientes de América Central en procedimientos de inmigración. La descripción de las situaciones que enfrentaban los niños le rompió el corazón.

Foto: unaccompaniedchildren.org

Es por ello que buscó una forma de hacer pública la situación que vivían los inmigrantes

A pesar de todas las trabas que se encontró en el camino, logró crear un material “lo más realista posible a lo que sucede”.

 

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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