Es época electoral. Época que en los políticos tiene un efecto similar al del alcohol: los vuelve un poco más desinhibidos y platicadores. Quizás de más. Caso de Felipe Calderón y Humberto Moreira, quienes, como borrachines en cantina, ya olvidaron que en sus épocas de gobierno chupaban tranquilos y no se tocaban ni con el pétalo de una declaración.
En respuesta a las imputaciones que Calderón hizo en su contra, respecto a su posible complicidad con grupos criminales, el exgobernador de Coahuila arremetió contra el exejecutivo a quien acusó de haberle robado la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Así es. Aunque en su momento no dijo nada y, así como el resto de los entonces gobernadores, aceptó que Calderón ganó la disputada contienda presidencial del 2006, ahora resulta que no. Según el propio Moreira, él fue uno de los pocos que se negó a reconocer al llamado presidente espurio.
Que no se haga tarugo, Calderón se robó la presidencia, se la robó a Andrés Manuel López Obrador en 2006, y yo no firmé aquella carta obsequiosa, nadie de ustedes lo sabía, pero ahí está la carta, ahí está en los archivos, en la hemeroteca. Firmaron otros, yo nunca acepté que ese señor fuera el presidente”, cita Proceso al exmandatario coahuilense.
De acuerdo con el candidato de Partido Joven a una diputación plurinominal, una vez que estuvo en el poder, Calderón intentó afianzarse en el puesto. Y aunque pudo mejorar el empleo, la economía, distribuir de forma más justa el presupuesto e infinidad de posibilidades a la mano, escogió la más innecesariamente espectacular: comenzar una guerra contra el narco.
“Pues sí, cómo no iba a querer ir contra el narco, si en los estados, como Coahuila, los gobernadores estaban aliados con el crimen… y él hasta corrió a las fuerzas armadas cuando llegaron a incomodar a los criminales”, dirán muchos, rescatando el señalamientos que Calderón hizo en contra de Moreira el pasado domingo. Sin embargo, el exgober señala que así no fue la cosa. Nomás que el panista no se acuerda… Ya saben, es que luego agarra duro la cruda.
Pero es que lo que pasa cuando tomas, no te acuerdas qué pasó. Se le olvida que sus Generales fueron mis directores de Policía, entonces Calderón no quedó bien. Se le olvida que nosotros le ofrecimos a la Marina que pudieran instalarse en la Presa de La Amistad, eso Calderón quizá no lo recuerda. Está mal, o sea, ¿tanto daño le ha hecho su vicio? ¿le pueden creer ustedes a este hombre?”, señaló Moreira para Reforma.
Maldito alcohol, siempre dando una imagen errónea de la realidad…
Pues Moreira tampoco tiene un historial tan limpio como para que se le crea todo lo que dice. En fin, este pleito se ve que va para largo… al menos en lo que duran las elecciones. Ya después se “encontentan”. No se preocupen.