La naturaleza es cruel y como muestra de ello este incidente sucedido en Noruega, donde cerca de tres centenas de renos fueron encontrados muertos en un campo en el que el viernes pasado se registró una intensa caída de rayos.
Por muy macabro que se ve el asunto, las autoridades no pudieron más que señalar que el incidente fue resultado de un desastre natural. Las imágenes divulgadas por la agencia ambiental del país escandinavo muestran los cadáveres regados por todo el campo de Hardangervidda, un lugar que es tan difícil de pronunciar como de acceder.
Los funcionarios de la mencionada agencia llegaron en helicóptero al lugar del desastre (esto el pasado domingo), ahí recogieron algunas muestras con el fin de asegurar a los medios y a la población cuál fue la causa de muerte de tanto espécimen que alegremente vivía en el espacio ubicado a unos 200 kilómetros de Oslo.
“El pasado viernes hubo grandes tormentas en la zona, pero esto es inusual. Nunca habíamos visto algo parecido, a esta escala”, comentó Kjartan Knutsen, funcionario de la Agencia de Medio Ambiente de Noruega.
Sobre el destino de los 323 renos muertos Knutsen señaló que las autoridades no han decidido. Sin embargo, una de las opciones más viables (para ellos) es “dejar que la naturaleza siga su propio curso”.
Se calcula que en la tundra de Noruega existen por lo menos 25 mil renos salvajes. De las más de tres centenas que perecieron el viernes pasado, al menos cinco tuvieron que ser sacrificadas por las autoridades, debido a las lesiones que presentaban.