Por Adrián Montemayor

Hace dos semanas esta columna trató el negro porvenir laboral para la juventud mexicana. Una visión pesimista y negativa de lo que nos espera en nuestra vejez si no empezamos a hacer algo para mejorar nuestra situación laboral. Es momento de hacer el tema nuestro y responsabilizarnos por cambiar las condiciones en las que estamos trabajando y en las que no tuvimos voz ni voto para implementar. Hay cambios estructurales en el trabajo, pero hay cosas que podemos hacer para que actúen en nuestro favor.  Aquí hay algunas maneras.

Salarios

México tiene el promedio salarial más bajo de los países industrializados del mundo. Es una vergüenza cómo no ha existido una política eficaz enfocada en mejorar los salarios de la población en décadas. ¿Por qué es esto? Porque las últimas administraciones tienen la visión institucional que la mayor ventaja comparativa para hacer negocios en México es la mano de obra barata. Esto se traduce en que el gobierno no ha hecho más que vendernos barato para poder ser competitivos internacionalmente. La otra opción que tienen es fortalecer las instituciones, eficientar la administración pública, garantizar la calidad de vida y la seguridad del país. Sin embargo, prefieren quedarse con la primera opción.

En días pasados se anunció un incremento al salario mínimo de 8.32 pesos para el próximo año, con lo que quedaría en $88.36 pesos diarios. Esto representa $2650 pesos al mes. El cinismo gubernamental es palpable al defender que un trabajador pueda ganar esa cantidad, que no le permitirá vivir fuera de la pobreza ni proveer de una vida digna a su familia.  Los movimientos obreros y sociales del mundo entero lucharon durante los siglos XIX y XX para obtener salarios justos que les permitieran vivir bien por el trabajo que realizaban.

Es momento que suceda en México. Se deben incrementar los salarios a la vez que se promueva la incorporación fácil y sencilla a la economía formal para que esto tenga efecto en la mayoría de la población.  

Sindicatos

¿Cómo es un sindicato en papel? Es una agrupación de obreros que se organizan para protegerse y negociar colectivamente las condiciones laborales con su empleador, garantizando condiciones justas de trabajo.

En México, en general, han sido dependientes del gobierno, con poca o nula autonomía real y con apoyos limitados a sus miembros. Para muestra el corporativismo vigente del PRI, con líderes sindicales que son parte del partido y lo representan en puestos públicos. Tan sólo ayer Meade visitó las sedes de las centrales obreras como primer acto de precampaña.

Es cierto que actualmente la mayor parte de nuestra generación no se encuentra en puestos de trabajo que tengan un sindicato, pues la mayoría está en la economía informal. Pero hay muestras de sindicalismo moderno que se adapta a los cambios estructurales del mercado laboral. En Estados Unidos existe la Freelancers Union, una especie de sindicato para trabajadores por honorarios que apoya a sus miembros con planes médicos, asesoría legal y fiscal y con cabildeo en el Congreso.  Nos urge organizarnos en algo similar en México.

Igualdad Salarial

Estamos en el 2017 y no es fecha para que las mujeres ganen lo mismo que los hombres por realizar el mismo trabajo. La OCDE calcula la brecha salarial en 16.7%, lo que significa que por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer gana 83.3 pesos. Esto por el mismo trabajo e inversión de tiempo.  Para que te des una idea, representa que las mujeres trabajan gratis prácticamente los últimos dos meses del año.

Quizá un caso extremo que ilustra esto es el de las ligas de fútbol. Las jugadoras mejor pagadas de la liga llegan a salarios de 30 mil pesos mensuales, mientras que el jugador mejor pagado, André Gignac, gana 77 millones de pesos al año.

El tema de los salarios en el sector privado es un tema oculto y discreto por la secrecía que se le da al ingreso de cada persona. Lo cierto es que, lo sepan o no, las mujeres están ganando menos. Debemos visibilizar el problema y forzar a las empresas a reconocer el valor igualitario del trabajo femenino.

Hay muchos otros temas laborales que debemos traer a la discusión entre la gente joven. Dependemos de este sistema injusto por el contexto histórico, pero sólo nosotros podemos hacer algo para cambiarlo. Hay que adueñarnos del debate. Es urgente. Tu yo del futuro te lo agradecerá.

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Adrián Montemayor es miembro de Wikipolítica CDMX, una organización política sin filiaciones partidistas.

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