Por Rocío Castellanos (UNICEF)
Este #DíaDelPadre, recordemos lo importante que es el rol y la participación activa de los papás en el desarrollo de sus hijos.
La etapa más determinante para el desarrollo de cada persona ocurre durante los primeros 6 años de vida, y es en ese periodo cuando el cerebro experimenta profundas transformaciones que consolidan la inteligencia, la personalidad, la creatividad y el comportamiento social de los niños y las niñas. Por ese motivo, es muy importante el involucramiento familiar (incluyendo al padre) en la crianza, el cuidado y la educación de los hijos e hijas.
En México, la participación de los papás en actividades que promueven el aprendizaje y la preparación para la escuela de sus hijos es de sólo 14% comparado con 62% de participación de las madres, según datos de la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM 2015).
De los 0 a los 3 años (o los primeros 1,000 días desde su nacimiento), la velocidad de formación del cerebro es la máxima que se alcanza a lo largo de toda la vida (logrando hasta 1,000 nuevas conexiones neuronales por segundo), por eso la atención a la infancia durante estos años es crucial. Sin embargo, sólo el 65% de los niños de 36 a 59 meses asisten a una institución con atención adecuada y especializada para este rango de edad (ENIM 2015).
El contexto en el que un niño o una niña se desenvuelven desde los primeros años de su vida determina su presente y su futuro, y es a través de las experiencias y las relaciones que construye en esta etapa, que desarrolla las estructuras necesarias para aprender. En el país, el 23% de los niños de 4 meses a 4 años presentan dificultad en al menos uno de los siguientes ámbitos: desarrollo físico-motor, desarrollo socio-emocional y desarrollo cognitivo; prevalencia que es más elevada entre los niños (26%) que entre las niñas (21%).
Para impulsar el desarrollo pleno de sus hijos e hijas hay muchas acciones concretas que los papás pueden realizar de forma sencilla y cotidiana, tales como el canto, los juegos de memoria, los ejercicios de fortalecimiento del cuerpo, el abrazo y el reconocimiento. ¡Actividades que además en su mayoría no cuestan!
Cada momento cuenta y cada período de convivencia con un bebé o con un niño pequeño representa una oportunidad para impulsar todo su potencial. Además, ésta no sólo es una vía para generar habilidades presentes y futuras en los niños, también es una ruta para impactar positivamente en el desarrollo del país, mejorar la convivencia y construir sociedades más incluyentes, proactivas y propositivas.
Hoy, Día del Padre, reconocemos y honramos el esfuerzo de todos esos #Superpapás que de la mano de sus hijos e hijas hacen de este, un mundo mejor. #LaPrimeraInfanciaImporta y tú, como padre, eres su motor.
Para más información ingresa a: http://bit.ly/2sdirHw
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Rocío Núñez Castellanos (UNICEF México)