En medio de la pandemia, desde México leíamos sobre los casos exitosos alrededor del mundo y se sentían como caldito de pollo para el alma. Sin embargo, los reportes de esta semana nos recuerdan que —a pesar de nuestros mejores deseos— esta extraña aventura sanitaria será probablemente una carrera de distancia. ¿Recuerdan los festejos porque Nueva Zelanda se declaró libre de coronavirus? Pues ya se reportaron nuevos casos positivos de COVID-19.
Esta desalentadora información significa el fin de 24 días consecutivos sin presentar ningún contagio nuevo. Chale.
Las autoridades de Nueva Zelanda confirmaron que los nuevos casos de COVID-19 que se registraron en su país provienen directamente del Reino Unido. De acuerdo con la BBC, se trata de dos mujeres —familiares— que viajaron a Wellington, la capital, para visitar a un ser querido que se encuentra delicado de salud.
De hecho la historia, además de triste, es producto de una lamentable mala suerte.
Cuando Nueva Zelanda confirmó que se habían terminado completamente los contagios de coronavirus en su país, levantaron las medidas internas de confinamiento y sana distancia. Sin embargo, todavía tenían duras medidas en sus fronteras: solamente pueden entrar ciudadanos neozelandeses y trabajadores esenciales.
También aceptaban casos especiales de excepción humanitaria: como las dos mujeres que dieron positivo a COVID-19 quienes, días antes, acordaron con las autoridades su visita para poder despedirse de un ser querido que estaba muy enfermo.
Después de que su familiar falleció, las pacientes estuvieron en Auckland y luego viajaron a Wellington donde presentaron los síntomas.
De acuerdo con las autoridades de Nueva Zelanda, las mujeres no usaron transporte público, pero sí se quedaron en casa de otros familiares quienes ya se encuentran en revisión y aislamiento.
Las nuevas medidas que se tomarán en Nueva Zelanda
La mala suerte, caray. De acuerdo con la BBC —retomando las declaraciones de David Clark, ministro de Salud—, en Nueva Zelanda se terminaron por un tiempo indefinido las excepciones humanitarias. “Esos permisos deben de ser raros y rigurosos. Parece que en este caso no incluyó las revisiones necesarias y eso no es aceptable”, señaló.
Por su parte, la celebrada primera ministra Jacinta Ardern pidió que se endurezcan los controles fronterizos.
Nueva Zelanda puede estar tranquilo ya que estos dos casos vinieron del extranjero. Sin embargo, la información oficial que llegó esta tarde sirvió de ejemplo para conocer el verdadero alcance de esta emergencia sanitaria, la necesitad de medidas de control y lo rápido que una situación favorable puede cambiar… aunque todos esperemos lo contrario.