El presidente de Estados Unidos anunció hoy una ambicioso plan para reducir los arsenales nucleares, pretende que sea un cambio del concepto de seguridad internacional.
Obama expuso su plan en un discurso que pronunció frente a la puerta de Brandenburgo a 50 años de que el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy pronunciara el suyo en la parte occidental de esa ciudad (recordemos que estaba divida en dos y estaba atravesada por el «Muro de Berlín») y dijera su célebre frase: Ich bin ein Berliner (Soy berlinés).
Esta vez Obama también quiso dar un discurso sobre la paz y el futuro de Europa. Según el País, este lugar ha sido, tradicionalmente, el sitio que han escogido los presidentes estadounidenses para transmitir su visión internacional y su compromiso con el continente europeo.
Pero el efecto que tuvo la frase de Kennedy no es el mismo que el que tiene el discurso de Obama, ya que a Obama tiene que enfrentar las protestas contra Guantánamo, contra el uso de los drones y los programas de espionaje que tiene Estados Unidos en Internet. Además, Europa está en una crisis económica muy grande.
Su discurso fue parecido al discurso que dio en México en el sentido de que estuvo salpicado de referencias de la historia del país anfitrión, en este caso Obama habló sobre la caida del muro de berlín. Ante esto Carmen Aristegui en su noticiero expresó lo irónico que era que Estados Unidos hablara sobre muros caídos cuando ellos mismos los levantan (pensemos en el muro que se levanta entre su frontera y la nuestra y cómo una de las propuestas para la reforma inmigratoria en Estados Unidos implica triplicar ese muro).
Suponemos que con este plan contra las armas nucleares Obama trata de dar una imagen distinta de la que ya todo el mundo tiene forjada de él y de los Estados Unidos. Así, ha propuesto que se su país reducirá una tercera parte su arsenal atómico (como si las otras dos terceras partes no fueran suficientes para hacer un caos en el mundo entero) sólo si Rusia acepta hacerlo también:
Pero convencer a Rusia no será una tarea sencilla ya que, en los últimos días, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han visto en un momento difícil por la postura que tienen ambos países respecto al caso de la guerra en Siria (estados Unidos planea armar a los rebeldes y Rusia apoyar con armas al gobierno sirio).
Aquí está parte del discurso de Kennedy (dice la frase en el minuto 3:47)