‘Por ejemplo, a las madres de familia: imaginen que ustedes le dan su domingo a sus hijos y resulta que uno de ellos aparece con un nuevo celular que le costó 10 mil pesos, dinero mucho mayor al que usted le dio. Cuando usted le pide explicaciones le viene con cuentos chinos, con explicaciones sin sentido y ahora resulta que su hijo vendió el telefono y con ese dinero se compró un coche. Usted se queda con la profunda preocupación de que algo huele muy mal… eso es lo mismo que le pasa a Ricardo Anaya.’
Así es como el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, salió a explicar la situación en su cuenta de Twitter sobre el caso de lavado de dinero en el que está involucrado el candidato a la presidencia Ricardo Anaya.
Aseguró además que en la declaración 3 de 3, Anaya dijo que tenía un ingreso mensual de 90 mil pesos aproximadamente y que sus suegros le ayudaban en el proyecto educativo de sus hijos, que vivían en Atlanta, con el pago de las colegiaturas y la manutención.
“Ahora sabemos que todo eso era una mentira” dice Ochoa.
Se cuestiona cómo le alcanzó el dinero a Anaya para comprarse un terreno de 10 millones de pesos. Agrega que su amigo cercano Manuel Barreiro, quien está en Canadá amparandose para evitar que giren una orden de captura en su contra fue el encargado de eso.
Y todo el resto de la historia ya nos la sabemos de memoria entre tantos sombrerazos que se han estado aventando de un frente a otro.
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“Ahora ya sabemos la verdad” dice “te agarraron con las manos en la masa”.
.@RicardoAnayaC es un dos caras, un corrupto y un mentiroso. La exigencia es muy simple: se deben llevar a cabo las investigaciones en #México y en el extranjero para documentar los delitos de Anaya y Barreiro. pic.twitter.com/ZKkFnEDBFe
— Enrique Ochoa Reza (@EnriqueOchoaR) 27 de febrero de 2018
Foto destacada: Libertad Bajo Palabra