Si algo dio la vuelta al mundo fue el cuestionario que hizo el director mexicano Alfonso Cuarón a la administración de Peña Nieto, y a pesar de las críticas que varios comentaristas y opinólogos hicieron en contra de él (criticándolo por no vivir en México o por no ser experto), algunas voces han elogiado que el señor (sin tener mayor responsabilidad que la de ser ciudadano) haya interpelado al gobierno para preguntar lo que la sociedad se cuestionaba, tal es el caso de la voz de Oliver Stone.
El reconocido cineasta estadounidense, Oliver Stone, calificó el acto de cuestionar del director Alfonso Cuaron como algo valiente que debe imitarse.
Stone, quien ha ganado el Oscar por Pelotón y Nacido el 4 de Julio, afirmó que Cuarón mostró ser un artista preocupado por su entorno social y político:
«Lo que hizo Cuarón fue un acto muy importante de rebelión y de nuevo pensamiento, al cual todos los artistas del mundo deben sumarse, defenderse [sic]. Si algo está mal o lo está oprimiendo de alguna forma, deben hablar»
El director explicó que si no se cuestionan a las instituciones y a los representantes del poder, será muy difícil lograr cambio alguno.
«Los cineastas hacen películas para contribuir a la sociedad, al espíritu de un país. De esa misma manera tienen que contribuir como ciudadanos, porque si no hablan, le dan más poder a los partidos políticos para que ellos determinen la mayoría de las cosas que suceden en el país»
Además lamentó que directores de la talla de Cuarón, Guillermo del Toro o González Iñárritu, deban buscar oportunidades en el extranjero debido a que no existen en su país:
«Es una pena horrible que la gente sienta que no puede trabajar en su propio país y que deban ir a Hollywood»
¿Imitar a Cuarón?
La petición de Stone es sencilla: hay que interpelar al gobierno. Pero no solo la ciudadanía promedio, sino también las figuras públicas que también son ciudadanos mexicanos. Y es que en México es difícil que las figuras públicas (sobre todo las del ámbito del espectáculo) sean críticas del gobierno, ya que, muchas veces, trabajan (de alguna u otra manera) para empresas alineadas al gobierno como Televisa o Tv Azteca (y sus ramificaciones en el teatro, la música o la radio).
Imitar a Cuarón también significa replicar su actitud y no seguirlo, Cuarón no es un político, no es la guía del pueblo mexicano, pero sí es una plataforma por la cual expertos pueden hacerse escuchar. Debemos aprovechar su voz para que gente que nunca es escuchada lo sea, así como debemos imitarlo en la actitud crítica y el interés que tiene en los asuntos públicos.
***Vía Reforma