Historias cada vez más tristes y crueles que nos hacen perder la fe en la humanidad. Recientemente, rescatistas encontraron a ‘Hope’, una hembra de orangután gravemente herida junto con su bebé en una granja del distrito Subulussalam de la provincia de Aceh, en la isla de Sumatra, Indonesia.
Desafortunadamente el bebé orangután murió al ser trasladado a una clínica cercana por el grado de desnutrición que padecía y un brazo roto.
Al revisar a la madre, un veterinario del Programa de Conservación del Orangután de Sumatra explicó que había recibido al menos 74 disparos con un arma de aire comprimido, cuatro de los cuales estaban en su ojo izquierdo y dos en el derecho. Es por eso que había quedado ciega.
Además, tenía una clavícula rota y varias heridas por objetos afilados.
Le dispararon 74 veces y la apuñalaron, aun así Hope, una orangután rescatada cerca de una plantación de palma, sobrevive. Su cría murió camino a la clínica.
¿Cómo puede alguien hacer algo así?https://t.co/0lXRfBhEcA pic.twitter.com/oAJNZ2Wltu
— Luis Quevedo (@luis_quevedo) 19 de marzo de 2019
Según expertos del Programa de Conservación, el uso de pistolas de aire comprimido en contra de los animales es muy frecuente ya que son fáciles de disparar y pueden matar. Y este no ha sido el único caso ni el más feo. Al menos 15 orangutanes han sido tratados en la última década por tener al menos 500 bolitas de aire comprimido en sus cuerpos.
Una de las cosas que más preocupan de estos actos, es que de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, actualmente solo 13 mil 400 orangutanes de Sumatra permanecen libres en la naturaleza, por lo que esta especie está catalogada en peligro crítico de extinción.
Foto destacada: AFP/Insider