Apenas la semana pasada la PROFEPA informó de la indolora captura del oso del parque Chipinque… y, aunque desde el viernes se rumoraba el triste fin del animal, nadie salió a decir “esta boca es mía”. Hasta ayer por la noche, la propia PROFEPA aceptó que el afamado oso fue gandallamente castrado… pese a que se había dicho que está en peligro de extinción.
Por medio de un comunicado, la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA) en Nuevo León aceptó que el oso negro del Parque Chipinque fue castrado. Esto, tras ser capturado y enviado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ahí se supone que nomás se limitarían a hacerle estudios rutinarios… sin embargo, el médico veterinario y coordinador del laboratorio de Fauna Silvestre de dicha institución, Rogelio Carrera Treviño, consideró que también había que meterle cuchillo.
Responsable acepta que se castró al oso para evitar su reproducción
Pese a que la PROFEPA señaló el día de la captura del oso negro que éste estaba en peligro de extinción, el mentado veterinario consideró que había que castrarlo para evitar la “reproducción de ejemplares de la subepecie de osos amblyceps y eremicus, a la cual pertenece el oso”.
Otra de las justificaciones dadas por el veterinario fue que la castración reduciría el “comportamiento de desplazamiento” y, con ello, la posibilidad de que el amigo oso se enfrentara con otros ejemplares de la Sierra. “Por su seguridad y la de la población”… ya que que el animal ya mostraba un “comportamiento errático” al bajar en varias ocasiones a comer basura en la zona urbana de San Pedro Garza García. ¿Y ya castrado no lo hará? Ehrrrrrrrrrr…
Bueno, quizás habría que analizar quien es quien tiene el compartamiento errático… Esta foto fue tomada desde el parque Chipinque en 2007.
FOTO: PEDRO VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM
Ya fue reubicado en la sierra de Chihuahua
De acuerdo con el comunicado de la PROFEPA, una vez castrado el oso, fue enviado a la Sierra de Nido, en Chihuahua, donde fue liberado, previa colocación de un collar para que se monitoree su ubicación y desplazamiento.
Para acabar de echar responsabilidades, la Procuraduría señaló que, tanto de la castración como de la reubicación del compañero oso fue informado el director general de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la PROFEPA, el médico veterinario zootecnista, Martín Vargas Prieto. Él fue quien habría dado el visto bueno a todo lo que se le hizo al oso de Chipinque.
PROFEPA consigue capturar al afamado oso del Parque Chipinque de Monterrey
En fin, aunque con todo lo anterior parece que ya estaba bien enterada de todo, la PROFEPA asegura que ha ordenado una investigación más profunda de porqué se decidió castrar al oso. Para ello, ya se solicitó el envío de las constancias documentales que habrían firmado los responsables de lo que parece que fue una innecesaria decisión… sobre todo, tomando en consideración que las autoridades tenían conocimiento que el ejemplar está en peligro de extinción.