Para muchos el metal es un dolor de huevos…
Los metaleros son tipos duros e intensos que anteponen su música a cualquier otra cosa, incluso a la integridad de sus bienes más preciados. Esto lo demostró Otto Schimmelpenninck, bajista del grupo holandés de metal Delain, quien el pasado 26 de noviembre casi pierde un testículo durante un concierto en Birmingham, Reino Unido.
Todo era risa y diversión metalera en el concierto, hasta que por accidente Otto recibió un impacto en sus genitales, por parte de uno de los cañones lanza serpentinas que había en el escenario.
Al salir del hospital, donde por fortuna salvó el testículo, relató lo sucedido:
“Ya estamos en casa después de venir del Reino Unido, Tras lo que puede ser descrita como una de las aventuras más desagradables que he sufrido. Como mucha gente me está preguntando por mis heridas y muchos amigos ya saben lo que pasó, creí que lo mejor sería compartirlo con todos vosotros, antes de que comiencen a circular toda clase de versiones de esta historia. Alerta spoiler: a lo mejor prefieres leer esto en otro momento si tienes planeado tener sexo en la próxima hora o algo así.
Como muchos saben, usamos cañones que lanzan serpentinas plateadas al público, normalmente durante “The Gathering”. Llevamos usándolo desde hace siglos sin ningún problema, pero las cosas salieron mal en Birmingham. Al haber seis sobre el escenario en vez de cinco, no había una posición fijada. Como estaba entusiasmado, no presté atención y resultó que estaba muy cerca del disparo del cañón. Me dio por detrás, en mis genitales. Aunque el dolor fue casi inmediato, estaba más bien enfadado conmigo mismo por no prestar atención, que por otra cosa. Durante la siguiente canción, el dolor empeoró y tuve la sensación de que estaba sangrando. Pero después llegué al punto de que casi no podía mantenerme consciente, aunque por la razón que fuera pude terminar el concierto. Después del show, el daño era más evidente: mi escroto tenía el tamaño de un pomelo grande y me dolía muchísimo. Me llevaron al hospital más cercano y después de horas y horas de espera, me operaron a las ocho y media de la mañana. El resultado es que mi testículo izquierdo estaba roto al igual que algunas arterias.
Me sacaron más de medio litro de sangre de mi escroto y mi testículo está cosido. Me quedé en el hospital el resto del día y de la noche, el alta me la dieron el viernes por la tarde. Desde ahí tomé un avión a Glasgow, donde me reuní con mi novia y la familia Delain. Por fortuna pude viajar cómodamente y descansar hasta llegar a casa”.
Me dolió nomás con leerlo. Al encontrar los videos de lo ocurrido, descubrimos que el incidente en realidad no se ve tan aparatoso, en parte gracias a que Otto se vio muy profesional y siguió tocando estoicamente, como los hombres de antes. Ya ven, el show debe continuar.
El cañonazo ocurre a partir del minuto 3:25. Aunque si quieren, pueden ponerse metaleros y ver la canción completa:
¡Merol!
Nuestros respetos, solidaridad y deseos de recuperación a Otto.