El FICG (Festival Internacional de Cine en Guadalajara) está a punto de finalizar y pronto conoceremos a las películas ganadoras de sus secciones en competencia, entre las cuales encontramos a la española “Blancanieves” como una de las favoritas.
En días recientes, Pablo Berger (director de “Blancanieves”) visitó Guadalajara y tuvimos la oportunidad de platicar con él sobre su cinta y el impacto que ésta ha causado. Esto fue lo que nos dijo.
“Blancanieves” es la reinvención de la historia de los Hermanos Grimm que todos conocemos, aquí la protagonista es la hija de un famoso torero y al crecer busca imitar los pasos de su padre. Además la cinta está hecha en blanco y negro, y es muda, aspectos que le dan cierto toque de cine clásico que la hace mágica.
“Antes que director soy espectador y el periodo de cine que más me interesa es el de los años 20, después de ver Avaricia en el Festival de Cine de San Sebastián me obsesioné con el cine mudo y dije algún día me gustaría hacer una película muda. Yo quería cumplir esta experiencia mística con un público más amplio, quería convertir a un público que no ha visto nunca una película muda”, comentó Berger para iniciar la charla, refiriéndose a las razones que tuvo para hacer “Blancanieves” de la forma que la hizo.
Después de afirmar que “The Artist” y “Blancanieves” han ayudado a que la gente se dé cuenta que el hecho de que una película sea muda y en blanco y negro no quiere decir que sea aburrida, el cineasta español continuó, hablando de la importancia de los toreros en su última cinta: “El origen de la película es una foto de unos enanos toreros y yo completé la foto imaginándome a una Blancanieves torera. No quería que fuese la hija del Rey de España o de un Conde, quería a una Blancanieves popular y dije: ‘el Rey tiene que ser un torero’, así fui tirando de la historia y todas las piezas comenzaron a encajar”.
“Blancanieves” ha causado muchas expectativas alrededor del mundo, se ha presentado exitosamente en diferentes festivales y hace poco ganó diez Premios Goya. Una de las razones por las que esta película ha llamado la atención del público y la crítica por igual, es que llega en una época en la que han aparecido muchas nuevas versiones cinematográficas de cuentos de hadas clásicos.
Acerca de lo anterior, el director opinó que las tendencias están en el aire y muchas veces se comparten momentos mágicos entre diferentes creadores, además de que los cuentos de hadas siempre han sido una fuente inagotable para escribir guiones a lo largo de la historia del cine.
Para terminar, Berger habló sobre el final abierto de “Blancanieves” y las posibilidades de hacer una secuela de la misma: “El final es el que está y no hay más, me gustan los finales abiertos y que la película quede dentro del imaginario del espectador. El final está abierto a la interpretación y es misterioso. Como no hay que decir de esta agua no beberé, a lo mejor hay Blancanieves 2, ¿por qué no?