El polémico ex city manager de la delegación Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, cumplió su promesa: en compañía de su tropa antigandalla lanzaron pañales sucios contra la sede nacional Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los manifestantes, quienes estaban armados con resorteras y pañales sucios, aplicó la iniciativa #Pañalazo contra el edificio institucional como una forma de protesta contra los malos manejos por parte de la clase política y la opaca aprobación de su bono navideño.
“Estamos devolviendo a los priistas la mierda que le dan al gobierno y al país; es mierda que dan con su corrupción y su impunidad”, dijo Arne, líder del movimiento.
@arnemx lanza pañales sucios al CEN del @PRI_Nacional @CapitalMexico @diariodfmx pic.twitter.com/EoHueF79HX
— Jesús velázquez (@pandavelazquez) 2 de febrero de 2017
Tras el #Pañalazo contra la sede del PRI, organizado por @arnemx, policías de la Ciudad de México arribaron al lugar https://t.co/EaUYr21AFM pic.twitter.com/rwTVnHB90L
— El Universal (@El_Universal_Mx) 2 de febrero de 2017
El #pañalazo a los amos de la corrupción y el mal gobierno: @PRI_Nacional https://t.co/93rbqcu2wY
— Arne aus den Ruthen (@arnemx) 2 de febrero de 2017
Los seguidores se congregaron en las inmediaciones de Insurgentes Norte 59 para realizar el batidillo. De acuerdo con el periódico El Universal, algunos de los proyectiles escatológicos quedaron sobre la vialidad y tuvieron que ser recogidos por personal de limpieza. El pasado 21 de enero, la dirigencia nacional del partido tricolor solicitó vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México ante la posibilidad de que el #pañalazo se llevara a cabo. En respuesta, el lugar fue resguardado unos días por la policía.
El pasado 18 de enero un grupo de activistas encabezado por Arne agarró a jitomatazos al líder del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz (aquel político que ganó notoriedad en los medios de comunicación por su colección de relojes carísimos) en protesta por el exorbitante bono navideño (150 mil pesos) que los legisladores se autoaprobaron en vísperas decembrinas y que el priista todavía no ha devuelto.