El Papa Francisco le pidió a los políticos garantizar “un trabajo digno, la educación y el cuidado de la salud” para sus ciudadanos y arremetió contra la desigualdad social.

En un documento publicado hoy, conocido como “exhortación apostólica”, titulada Evangelii Gaudium‘ (‘La Alegría del Evangelio’), el papa Francisco criticó la “idolatría del dinero”. Aquí les presentamos las posturas más izquierdosas del Papa Francisco sobre la “tiranía del capitalismo corporativo fugitivo” e independientemente del credo que tengan, el contenido de este documento los conmoverá.

El sistema financiero actual, que favorece la distribución desigual de la riqueza y la violencia, debe cambiar, advirtió el papa.

¿Cómo es posible que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa?.Se trata de un caso de exclusión.

La nueva evangelización la Iglesia tiene como misión “colaborar para resolver las causas instrumentales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres”, así como la realización de “gestos simples y cotidianos de solidaridad de frente a miserias muy concretas” con la que diariamente nos encontramos frente a nuestros ojos. Pide con fuerza considerar el tema de los migrantes, denuncia con igual claridad las nuevas formas de esclavitud:

“¿Dónde está aquel que estás matando cada día en la pequeña fábrica clandestina, en la red de prostitución, en los niños que usas para la mendicidad, en aquel que debe trabajar a escondidas porque no está debidamente contratado? No aparentemos que aquí no pasa nada. Existen muchas complicidades”

Dice que, del mismo modo que el mandamiento ‘no matarás’ establece un límite claro con el fin de proteger el valor de la vida humana, hoy también tenemos que decir no generarás una economía de exclusión y desigualdad. “Tal economía mata “, escribió el Papa, en dicho documento describe al capitalismo sin límites como “una nueva tiranía invisible”.

Si quieren consultar el documento completo lo encuentran aquí.

“No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”, manifestó en su escrito.

Además, pidió una renovación de la Iglesia Católica y abogó por una “conversión del papado”. En su opinión, tanto el Vaticano como su jerarquía “necesitaban escuchar también la llamada de la conversión pastoral”, afirmó que las mujeres deberían tener más influencia en la iglesia (aunque dice que las mujeres no pueden ser sacerdotes).

Desde su elección, el papa Francisco ha tenido numerosos gestos orientados a acabar con la imagen de opulencia que dio la Iglesia en otras ocasiones. Actualmente reside en una casa de invitados del Vaticano en lugar de hacerlo en el Palacio Apostólico y tiene un Ford Focus en lugar de un papamovil. El mes pasado suspendió a un obispo que gastó millones de euros en una lujosa residencia.

“No a la nueva idolatría del dinero”, “No a un sistema financiero que rige en lugar de saques”, y “No a la desigualdad que genera la violencia.”

El Evangelio debe llegar a todos, sin ningún tipo de exclusión. Algunos, sin embargo, son privilegiados. Para evitar equívocos, el Papa Francisco presenta su orientación: “No tanto los amigos y los vecinos ricos, sino especialmente los pobres, los enfermos, aquellos que con frecuencia son despreciados y olvidados… no deben quedar dudas ni subsistir explicaciones que debiliten este mensaje tan claro”

“¡No nos dejemos robar la alegría de la evangelización!”

Francis es un gran tipo. Él ama a los pobres, apoya los ateos y a la justicia (sólo no le pregunten acerca los gays y el aborto porque en esos temas es intolerante).

Vía: Vatican Insider, News Va

 

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