Si algo le hubiera gustado oír al mundo hace cincuenta años era esto: un sacerdote recibe un castigo por abusar de menores y no es escondido por el Vaticano.
Bueno, al parecer nuestras súplicas fueron escuchadas, y Francisco ordenó la expulsión del sacerdote Marco Mangiacasale, hallado culpable de abusos sexuales contra menores en un proceso eclesiástico.
Según MVS Noticias, el sacerdote en cuestión era presbítero de una diócesis ubicada al norte de Italia y fue encontrado culpable por la justicia civil de haber abusado de 4 menores y condenado a 3 años, 5 meses y 20 días de cárcel.
Generalmente se espera a que la justicia civil dé la sentencia para que el Vaticano proceda a sansionar al sacerdote implicado. Pero ahora se adelantaron (lo que implica que probablemente las pruebas eran contundentes).
Así que el sacerdote fue «reducido a estado laical», esto significa que ya no podrá celebrar misa, administrar sacramentos y mucho menos estar en contacto con menores en el ámbito eclesiástico.
En una nota del 5 de abril del 2013, Francisco había anunciado que tendría de ahora en adelanto una política de «tolerancia cero», lo cual significó una continuación de la política emprendida por Benedicto XVI quien expulsó a 400 sacerdotes por estos delitos entre el 2011 y 2012.
Recordemos que la Iglesia está en medio de una discusión con la ONU después de que está exhortara al Vaticano a que terminará con su política del silencio respecto de la pederastia dentro de sus filas de clérigos.