Desde el año pasado, frente a la candidatura y luego la presidencia y administración de Donald Trump, se ha vuelto deporte internacional medirle el agua a los camotes del odio hacia el presidente naranja. Y es que, a la fecha, seguimos sin poder predecir las acciones (ya sea virtuales o de política pública) de Trump y cada día que pasa le da una oportunidad para superarse y sorprendernos.
En medio de una crisis política bastante severa (apenas hoy, lunes 30 de octubre, el exjefe de campaña de Trump se entregó al FBI a causa de la investigación por el “Rusiagate”), Donald Trump registra los niveles de aprobación más bajos de su administración hasta el momento. Como queriendo competir con Enrique Peña Nieto en una carrera hacia al fondo, la encuesta de popularidad más reciente del presidente norteamericano, levantada por el Wall Street Journal y noticias NBC, muestra que el 58% de la población gringa desaprueba el trabajo que hace.
La encuesta no sólo mide la aprobación en general del mandato de Trump, sino que, además, registra la percepción sobre las acciones de Trump en temas y situaciones específicas. Siendo todo el rollo con los jugadores de la NFL donde sale peor evaluado.
Que alguien lo detenga, no vaya a ser que Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, tenga razón y, en el futuro cercano, empezaremos a hablar del presidente Pence, en vez del presidente Trump…