Porque no todos los héroes usan capa, les traemos la siguiente historia protagonizada por un paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quien le hizo honor al nombre de la institución a la que pertenece y rescató a un hombre que estaba a punto de aventarse del décimo piso del hospital La Raza.

Con su poder de convencimiento y 500 pesitos, Alfredo Gutiérrez, logró que un paciente recapacitara y evitara cometer suicidio. No fue fácil, pero la labor se volvió menos complicada cuando el paramédico se enteró que, pese a las dificultades económicas que cruzaba el susodicho, apenas había sido beneficiado con el trasplante de un riñón.

“Si ya te pusieron el riñón, no desperdiciemos esa oportunidad (…) tú ya estás del otro lado con ese riñón”.

Y pues sí … con tanta gente esperando para un trasplante, que éste fuera aventado desde un décimo piso nomás por una deuda en Coppel de 500 pesos, lucía un tanto risible. Así que el paramédico se ofreció a solventar la deuda, ahí, en caliente.

En los primeros reportes se apuntaba que el paciente amenazó con suicidarse debido a su situación médica. A los alrededores del nosocomio llegaron elementos del ERUM, la Cruz Roja, policías, bomberos y cuando metiche que se iba cruzando. Claro, fueron los testigos del evento quienes se encargaron de difundirlo en redes sociales.

Una vez que el buen Alfredo Gutiérrez concluyó su chamba, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México se encargó de dar el reporte, además de compartir el video en el que se ve cómo el paramédico se rifó en su labor persuasiva.

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