Las tensiones entre el presidente Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena, se han acrecentado en la última semana. Las elecciones de este año en el Estado de México los volvió a poner cara a cara en las boletas (indirectamente); sin embargo, esta confrontación y el fuego cruzado de declaraciones vino a raíz del operativo de la Marina en Nayarit. La cosa es simple: AMLO indicó que menores de edad fueron abatidos durante el enfrentamiento del pasado 11 de febrero.
Algunos actores políticos, como el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza y la aspirante presidencial panista Margarita Zavala, aseguraron que las afirmaciones del político habían sido para “lucrar políticamente con la inseguridad“, que estaba cuestionando a la Marina sin pruebas, y que hasta debía disculparse por sus comentarios sobre el operativo en Nayarit.
El presidente Peña Nieto no contestó los comentarios de AMLO sino hasta el pasado domingo 19 de febrero, cuando indicó que las descalificaciones contra las Fuerzas Armadas “no son admisibles” y que su gobierno “reprueba las descalificaciones sin sustento” en su contra. El dirigente de Morena había criticado la estrategia de seguridad, misma que consideró como “política de masacrar, torturar” que “no ha dado resultado, al contrario, trae más sufrimiento”.
López Obrador incluso instó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a investigar si la Secretaría de Marina estaba autorizada para utilizar el armamento que accionó durante el enfrentamiento en Nayarit en el cual murieron siete personas.
¿Cómo están las cosas en Nayarit?
La discusión se ha desviado y ha dejado de lado lo más importante: la creciente violencia en el país. La conversación se ha centrado —por obvias razones— en la interlocución entre López Obrador y Peña Nieto, ¿pero cuál es realmente la situación de seguridad en Nayarit? De acuerdo con Salvador García Soto, columnista del periódico El Universal, “el territorio del estado, junto con algunos municipios del sur sinaloense, son hoy tierra de nadie donde todos los días aparecen muertos y la violencia sigue creciendo a pesar de esa incursión ‘espectacular’ de la Marina”.
La entidad celebrará en junio próximo sus elecciones para gobernador en medio de una creciente inseguridad, “una descomposición producto del abandono federal” y las disputas entre los grupos del crimen organizado, sentencia el periodista. Allá en Nayarit ni siquiera se cuestionan la versión oficial, dice García Soto. En cambio “lo que sí hay en Tepic y el resto de municipios son los muertos que aparecen en las calles y en zonas rurales (…) una violencia cada vez mayor en la que grupos de sicarios fuerzan a los campesinos a entregarles sus tierras o incluso a sembrar y producir distintas clases de estupefacientes”.
¿Cómo es la relación entre Peña Nieto y AMLO?
De acuerdo con García Soto, actos como el encuentro entre el presidente Peña Nieto con el dirigente nacional del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya (el llamado Pacto de Los Pinos), tiran por tierra las versiones sobre una supuesta tregua entre ambos políticos. Según el columnista, entre agosto y diciembre de 2016, funcionarios del gabinete de EPN como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y José Antonio Meade buscaron a Ricardo Monreal, delegado de la Cuauhtémoc y cercano a López Obrador, para enviarle un mensaje al tabasqueño.
Según la investigación, el gobierno federal habría buscado entablar una reunión con el dirigente nacional de Morena, además de dejarle en claro que “no tenían ningún problema con él” y que “no iban a obstaculizarlo ni a bloquear de ninguna manera su campaña presidencial”. AMLO no aceptó reunirse con el equipo de Peña Nieto, aunque moderó su discurso contra el político mexiquense y su equipo. Incluso les ofreció una “amnistía anticipada” en caso de que perdieran el poder en 2018.
“Olvido no, perdón sí. Le decimos a los integrantes del grupo en el poder que, a pesar del gran daño que han causado al pueblo y la nación, no les guardamos ningún rencor y les aseguramos que, ante su posible derrota, no habrá represalias ni repercusión para nadie”. López Obrador también le dio su apoyo al presidente Peña Nieto cuando el mandatario mexicano se iba a reunir con su homólogo estadounidense Donald Trump. “Son momentos de unidad (…) yo creo que cuando se trata de un momento así, todos debemos de apoyar”.