El pasado 7 de febrero el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, comunicó a través de Twitter que sostuvo comunicación telefónica con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly. Osorio Chong afirmó que ambos funcionarios coincidieron en la importancia de la cooperación entre ambos países y que próximamente se reunirían en la Ciudad de México para abordar la agenda común. Según versiones periodísticas, las verdaderas intenciones de la administración de Donald Trump son implementar un Plan Colombia “renovado y vigorizado” para México.

El secretario Kelly presentó el pasado 8 de febrero, ante un Comité de la Cámara de Representantes, una alianza para luchar contra el narcotráfico. El nuevo secretario de Seguridad Nacional aseguró que México podría ser un gran aliado si se le ayuda a ir contra los cultivos de amapola, los laboratorios de producción y si se ataca el trasiego de drogas antes de que lleguen a la frontera. “Si las drogas llegan a Estados Unidos, hemos perdido”, indicó el funcionario para después poner de ejemplo el combate al narcotráfico en Colombia.

El año pasado nuestro amigos de Colombia, nuestros aliados más cercanos en Latinoamérica, erradicaron decenas de millones de plantas de cocaína, incautaron toneladas de cocaína y destruyeron centenares de laboratorios

Las versiones sobre los militares de Estados Unidos en México

De acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio, columnista de El Financiero, la implementación de un proyecto parecido al Plan Colombia daría sentido a varias de las declaraciones del político republicano que en su tiempo sonaban muy disparatadas, como aquellas que sugerían que los grupos del crimen organizado pagarían el costo del muro fronterizo o la oferta de enviar a las Fuerzas Armadas estadounidenses a apoyar labores de seguridad en México.

Según el periodista, ante la incapacidad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto por “hacerse cargo de la seguridad interna y enfrentar con éxito a las organizaciones criminales trasnacionales”, la estrategia y táctica para enfrentar al narcotráfico vendría desde Washington. “Los dichos de Trump y sus asesores muestran el cuerpo de lo que desea de su relación con México y el gobierno de Peña Nieto, al que no consideran un aliado confiable en el combate contra los cárteles, sino un enemigo”.

En su columna, el periodista Salvador García Soto señala que la “colaboración y ayuda” que ofrece Estados Unidos se refiere a que su Ejército y su Departamento de Defensa diseñen y coordinen una lucha contra el narcotráfico en nuestro país. Los estadounidenses estarían encargados de coordinar y ejecutar, con el apoyo de las Fuerzas Armadas mexicanas y las distintas policías, acciones para quemar plantíos de drogas naturales y sintéticas, con el fin de que los productos lleguen a su país.

Según ambas versiones, este es el tipo de apoyo que ofreció el presidente Donald Trump en la polémica llamada telefónica que sostuvo con el presidente Peña Nieto el pasado 27 de enero. Trump aceptó en una entrevista con Fox News, el pasado domingo 5 de febrero, que durante la llamada le ofreció ayuda a EPN para combatir a los cárteles y que el presidente de México se mostró muy dispuesto a recibir ayuda estadounidense. “Tenemos que hacer algo sobre los cárteles, sí que hablé con él sobre eso. Es un muy buen hombre y tenemos una buena relación”.

¿Qué es el Plan Colombia?

El Plan Colombia es un acuerdo bilateral que fue firmado entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. Las administraciones de los presidentes Andrés Pastrana y Bill Clinton acordaron suscribirse al pacto en 1999 con tres objetivos específicos: generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado en Colombia y crear una estrategia antinarcóticos. Según la cadena Telesur, detrás del Plan Colombia había una estrategia contrainsurgente y la sospecha de que también las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas tenían relación con grupos terroristas del Medio Oriente.

El periodista Raymundo Riva Palacio asegura que la implementación de este plan en nuestro país implicaría “el fin de la soberanía mexicana en cuanto a la definición de tomar decisiones independientes y autónomas en Los Pinos” respecto a las estrategias contra el narcotráfico.

¿Es eso lo que negocia el gobierno de Peña Nieto con las visitas del canciller Luis Videgaray a Washington? ¿Lo aceptarían las Fuerzas Armadas mexicanas? ¿Con qué sustento legal y constitucional se implementaría un plan que supone la entrada de un ejército extranjero al territorio en un esquema de colaboración, donde el objetivo no es sólo la seguridad y el combate al narcotráfico en México sino también la seguridad estadounidense y evitar el trasiego de droga a su territorio?, se cuestiona García Soto.

FOTOS: GETTY IMAGES

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