Un mal congénito es el motivo por el que un niño tiene sus costillas hundidas y pegadas al esófago y también es causa de burlas y carrilla de sus compañeros de escuela, quienes lo apodan “enano”, “pinocho” o “extraterrestre”, esto en una primaria de Los Mochis Sinaloa.
No conformes con la humillación verbal, los compañeros del menor también recurren al abuso físico, aplicándole los tradicionales –y no por ello menos manchados- “cerillazos” y pellizcos de panza. La situación fue denunciada por la madre del niño bulleado, Janeth Félix Pacheco, a lo que el director de la escuela, Gildardo Camargo, así como la maestra Carmen Zavala, señalaron que ya estaban al tanto, pero que no habían hecho algo al respecto.
Mientras que la profesora argumentó que pese a ser educadora preparada “no puede con los niños” y por ello encomendó el caso al director, don Gildardo resolvió de volada el problema: señaló que prefería la salida del hijo de la señora Félix a la de los cuatro alumnos “bulleadores”.
Por otra parte, el director minimizó el bullying del que es víctima el menor, con una frase que lleva el sello característico de un educador de primer nivel: los niños “así se llevan ahora”. Para remarcar más la labor educativa de don Gildardo, incluso el menor abusado comentó que el encargado de la escuela le solicitó no hacer ningún comentario respecto a los apodos o golpes que recibe en la escuela, pus para que la escuela no tuviera problemas.
Al darse cuenta que los problemas en el salón de clases no cesarán, la madre del menor comentó que su hijo ha desistido de ir a la escuela, ya que no siente seguridad ni en su propio salón. La situación no es nueva, ya que los abusos comenzaron desde noviembre pasado.