¿Cuántos no hay que tienen nombre de personas famosas y nunca ocurren estos “accidentes” con ellos?
Sólo por ser homónimo de un defraudador, Aarón Hernández Martínez ya se aventó 17 meses de una sentencia por un crimen que él no cometió… eso y además que en el juzgado penal de Tlalpa, Guerrero siempre tienen “saturación de trabajo”, según dicen.
En fin, por diferentes razones un careo con testigos que habría de suceder el pasado miércoles se pospuso hasta el próximo ¡23 de septiembre!, con lo cual se alarga el juicio que le otorgue la libertad a Hernández –el inocente, porque al otro ni lo han agarrado-, así que se todavía se tendrá que chutar otro mes y medio en prisión. El hecho ya ha sido denunciado en varias ocasiones, aquí un reportaje de Denisse Maerker, cuando Aarón apenas llevaba cinco meses:
La anterior negligencia, a la que se suman muchas otras, fue denunciada por Miguel Ángel López Pérez, cuñado de Aarón, detenido desde el 25 de febrero del año pasado, en el aeropuerto de Tijuana, Baja California, sólo porque su nombre aparecía en la Plataforma México… según el listado, Hernández es un falso curandero que siete años antes estafó a varios habitantes de Tlalpa y así, sin coincidir rasgos físicos ni edad, la Policía Federal lo entregó a la Procuraduría de Guerrero, donde le fue dictado auto de formal prisión. A ver, por qué no agarraron a este otro Aarón Hernández:
Para evidenciar que las autoridades son muy lerdas –eso, en el “mejor de los casos-, víctimas del verdadero maleante ya han declarado que el Aarón Hernández que tienen preso no es aquel que los estafó en 2006… pero ni así, En todo caso, tendría que pagar una fianza de un millón 200 mil pesos, dinero con el que no cuenta él ni su familia, situación que torna todo más desesperante.
Endeudados por pagar un litigio que no les corresponde, los familiares de Hernández sólo piden que se agilice el proceso, para demostrar que “su” Hernández es inocente. Para apoyar la causa, en change.org se ha hecho una petición directa a Presidencia de la República para que Aarón sea puesto en libertad lo antes posible, ya que parece que la estadía en cárcel se debe sólo a la presión que toda la gente defraudada ha hecho para que alguien pague por el crimen… o en su caso, que les sea devuelto el dinero:
“¿Por qué se ponen en ese plan de querer recuperar su dinero a como dé lugar, aunque dañen a una persona inocente? A ellos no les importa, decían que sólo quieren que les pague, pero cómo les voy a pagar algo que yo nunca agarré, ellos están mal, yo no tengo la culpa de que hayan sido unos hombres imprudentes al entregar así el dinero y dejarse engañar de esa forma”
No es la primera ni la única vez que sucede esto en nuestro país: hace unos meses les dimos a conocer el caso de un hombre que por llevar el mismo nombre que un delincuente ya ha sido detenido y torturado en varias ocasiones, sin que las autoridades corroboren identidades ni nada por el estilo.
Efectivamente, en nuestro país la justicia es ciega… pero demasiado.