Si en el Distrito Federal el magisterio se ha hecho notoriamente presente, en Acapulco no pasó desapercibido: cerca de 10 mil miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) realizaron una marcha en exigencia de la incorporación definitiva de 17 mil trabajadores de la SEP y 10 mil profesores estatales al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
La mencionada acción haría que la Federación se haga cargo de las miles de plazas de los sistemas estatal y federal que existen en Guerrero… nomás que la administración de EPN no quiere esa chamba ya que “tiene que ver con el recorte del gasto público, que en el caso del sector educativo es de más de 7 mil millones de pesos”, señaló Walter Emmanuel Añorve, vocero de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg).
Pero en el caso estatal existe un problema: según Proceso, el gobierno federal “no reconoce más de 12 mil plazas de docentes y personal administrativo, argumentando que son ilegales porque fueron otorgadas sin techo presupuestal por los ex gobernadores René Juárez Cisneros y Ángel Aguirre Rivero”.
Por lo anterior, no se han liberado pagos a los trabajadores desde enero y tampoco han conseguido cobrar la segunda parte de su aguinaldo… hay que señalar que el sector educativo estatal se puso muy dadivoso y el beneficio laboral tuvo un notable incremento –cortesía de los ex mandatarios- al pasar de lo equivalente a 45 días a los muy agradecibles 90.
La marcha de los profesores comenzó alrededor de las 11:00 horas y se prolongó por casi las 16:00: En la manifestación los integrantes el magisterio se desplazaron por varios puntos de la ciudad, hasta desplazarse al Aeropuerto Internacional Juan Álvarez.
Aunque autoridades del estado quisieron llegar a un acuerdo con los manifestantes, las negociaciones no rindieron frutos. El subsecretario de Gobernación federal, Luis Enrique Mirando, garantizó a los del SNTE que hoy a las dos de la tarde recibirán una respuesta a sus peticiones.
Además de exigir el pago de salarios e incorporación al PEF, los profesores demandaran la aparición de los 42 normalistas desaparecidos en septiembre pasado, además de justicia para todos los heridos en el incidente ocurrido en Iguala, Guerrero.
Para intentar contener a los manifestantes, las autoridades se desplazaron a los puntos de protesta, pero el número de profesores era mayor. Incluso una agente de la Gendarmería fue despojada de su arma y camioneta. Tanto La Jornada como Proceso señalan que al momento del cierre de sus ediciones la protesta en la terminal aérea continúa, pero policías federales con equipo antimotín resguarda la zona.