Es el tema de conversación.

Ayer, un cracker obtuvo y publicó ciento treinta y seis fotografías íntimas de más de diez celebridades de Hollywood encabezadas por Jennifer Lawrence, Kirsten Dunst, Victoria Justice y Kate Upton.

Las imágenes corrieron como pólvora en la red y, por supuesto, los medios presumimos el contenido filtrado. En Sopitas.com no fuimos la excepción y llevados por la euforia, te hicimos llegar la nota.

Es probable, sin embargo, que esta mañana notaras que nuestro post ya no estaba en la página. La nota, junto a las imágenes, no fue bajada por ninguna advertencia legal ni por ningún motivo de censura.  La razón es mucho más sencilla que esto: se trata de coherencia.

Como saben en este, su humilde sitio, no tenemos prácticas de autocensura y mucho menos retenemos ninguna información crucial que llega a nuestras manos.  Tampoco dejamos de ofrecer contenidos más ligeros, de ocio y entretenimiento. No lo hacemos por seguir una estrategia, sino que como ser humano que soy, me parece que todos estos tópicos pueden llegar a ser de interés y utilidad para algunas personas, entre las que por supuesto me incluyo.

No obstante, también hemos puesto el ojo en el tema de la protección de datos, en la denuncia de vigilancia masiva y en la defensa del derecho a la privacidad de la información: la tuya y la de todos los demás.

Este espíritu nos puso entre los medios que informamos y dimos seguimiento a las prácticas ilegales de la NSA estadounidense y el espionaje de sus ciudadanos y de líderes de Estado en todo el mundo. Nos convirtió en uno de los primeros sitios en México en sacar a la luz las terribles imágenes que revelaban el uso de armas químicas en el conflicto sirio y, por supuesto, nos hizo entablar filas contigo en la denuncia del contenido del dictamen que el gobierno de Peña Nieto pretendía convertir en una #LeyTelecom que contemplaba la censura en internet y que, ya en su forma final, sigue contemplando la vigilancia masiva y el uso de tu información sin ninguna clase de aviso ni miramientos por parte de un montón de instituciones.

Estamos convencidos de una cosa: el uso indebido de la información, datos y contenidos privados de cualquier persona es una falta que, más allá del furor, debe ser denunciada y detenida. Nuestras ya famosas secciones de Lunes de Mallitas y Miércoles de Lavaderos se valen de imágenes publicadas en varios sitios bajo el consentimiento de sus autores y protagonistas. Sin embargo, en el caso de las fotos de Jennifer Lawrence, es claro que esas imágenes no fueron compartidas y/o publicadas bajo el consentimiento de sus protagonista, y de nueva cuenta lo acepto.  Ayer, me dejé llevar por la euforia, sin darme cuenta de lo grave (y reprobable) que resulta esta acción.  Y no, no es que me ponga de mocho, ni mucho menos, esto no tiene que ver con clases moralinas, sino con algo en lo que realmente creo: el respeto a los derechos y privacidad de las demás personas, por lo cual, lo mínimo que puedo hacer es disculparme.

Si Jennifer Lawrence o cualquier otra mujer hubiera decidido posar o publicar dichas imágenes por promoción o consentimiento propio, otra cosa hubiera sido.  Sin embargo, cuando alguien decide hackear una o más cuentas de almacenamiento de datos con el fin de obtener documentos que se generaron y guardaron bajo un acuerdo de confidencialidad,  el tema se convierte en algo triste y delicado.

Tal vez, muchas personas dirán que Jennifer Lawrence y el resto de las afectadas debieron ‘pensar mejor’ antes de tomarse fotos desnudas, argumento que me parece inaceptable, pues sin darnos cuenta, estamos culpando a las víctimas de este atentado.  De alguna forma, ese argumento es el equivalente a decir que ‘las mujeres tienen la culpa de que las agredan sexualmente por vestirse de forma provocativa’… Otros podrán decir que las celebridades tienen pocos o ningún derecho a la privacidad, pues cualquier cosa que hacen es ‘pública’ por el simple hecho de gozar de un status de ‘celebridad’.  Sin embargo, no podemos olvidar que antes de ser actriz de Hollywood, ganadora del Oscar, o ‘persona pública’,  Jennifer Lawrence es un ser humano con derecho a la privacidad y a las relaciones íntimas como cualquier otra persona de este planeta.

Este incidente, me ha abierto los ojos para darme cuenta de que vivimos en una era en donde es muy fácil confundir la diversión con el atentado contra los derechos de las demás personas.  De ahí que haya decidido publicar esta entrada, aceptando en primer lugar mi error y en segundo, buscando compartir esta reflexión. ‘A pesar de vivir en el 2014’, todos seguimos aprendiendo a vivir, a disfrutar y a lidiar con la web.

Así que de nueva cuenta, siento mucho el contratiempo y ofrezco disculpas a todos aquellos que, pensando en argumentos similares, también pudieron pensar que aquel contenido no era el más acertado en el escenario actual de la lucha por tus derechos en internet.

Tras todo esto, les puedo asegurar que en Sopitas.com seguirán encontrando lo mejor en contenidos de opinión y análisis político de manera sencilla y sin censura, así como lo más destacado de sus imágenes favoritas, siempre con respeto a derecho y sí: también sin censura.

Sopitas.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook