Los últimos seis viernes, los católicos han cambiado los tacos al pastor por charales . ¿Por qué?

Cuenta la leyenda que, hace siglos, un Papa medieval con conexiones en el negocio de la pesca prohibió la carne roja los viernes para impulsar la industria pesquera. El número de días sin carne apilados en el calendario cristiano medieval, no era sólo los viernes, también los miércoles y sábados, el Adviento y la Cuaresma, así que la demanda por los peces creció. Sin embargo, se ha buscado en los archivos del Vaticano sobre este tema, no han encontrado nada.

Los catequistas tienen otra respuesta: Jesús ayunó durante 40 días y murió un viernes como su muerte redimió un mundo pecaminoso; los católicos tienen que retribuir esa acción haciendo un pequeño sacrificio: evitar la carne animal un día de la semana. Esa explicación es excelente para la homilía pero no explica por qué la carne roja y las aves de corral se consideran animales y por qué es perfectamente válido comer mariscos.

Según las enseñanzas de la Iglesia Católica, comer carne roja representa el cuerpo de Cristo crucificado, y de acuerdo a la tradición, los católicos comen pescado en Semana Santa para cumplir con las Sagradas Escrituras. También se hace referencia al pescado en el evangelio de Lucas (9:13), uno de los momentos más recordados de Jesús donde multiplica los panes y el pescado para un pueblo entero.

Origen de la Cuaresma

La Cuaresma se originó en la antigua religión de los misterios de Babilonia (en Kurdistán). “Los cuarenta días de abstinencia de la Cuaresma fueron tomados directamente de los adoradores de Tamuz en Babilonia”.

Roma, tomó medidas para amalgamar las fiestas paganas y cristianas, y, por medio de un ajuste del calendario, reemplazó la Pascua de la Biblia con el Domingo de Resurrección, moviendo la Fiesta pagana de Tamuz al principio de la primavera, cristianizándola.

Antes de renunciar a los pecados personales y a los vicios durante la Cuaresma, los paganos celebraban una fiesta salvaje de “todo se vale”: Carnaval (la fiesta de la carne), para asegurarse de que conseguían su porción de desenfrenos y perversidades.

La Cuaresma se usa para “ayunar del pecado y del vicio… abandonando el pecado y sus caminos inmorales”. Es una temporada “para la penitencia, lo cual significa un pesar por el pecado y conversión hacia Dios”.

La primera carta de San Pablo a los Corintios, ha sido utilizada para justificar las normas de ayuno (capítulo 15, verso 39):

“No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.”

Esa distinción fue posiblemente tomada de las restricciones dietéticas del judaísmo, que separa fleishig (cárnicos, incluye a los mamíferos y las aves de litoral ) de pareve (que incluye a los peces ). Ni la Torá , el Talmud, o el Nuevo Testamento explica claramente la razón de esta línea divisoria.

Al principio, algunos fieles sólo comían pan. En la Edad Media, evitaban la carne , huevos y productos lácteos. En el siglo XIII, comenzaron a comer pescado y después Santo Tomás de Aquino dio una respuesta encantadora explicando porque daban chance de comer pescado.

En la Parte II de su Summa Theologica , Santo Tomás escribió:

“El ayuno fue instituido por la Iglesia con el fin de poner freno a las concupiscencias de la carne, que consideran a los placeres del tacto en relación con la comida y el sexo. De manera que, la Iglesia prohibió a los que ayunan a participar de los alimentos que la vez que brindan más placer al paladar , y además son un gran incentivo para la lujuria. Tales son la carne de los animales que toman su descanso en la tierra, y de los que respiran el aire y sus productos ” .

Dicho de otra manera, Tomás  pensaba que los hermanos católicos deben abstenerse de comer animales terrestres porque eran muy sabrosos y creía que la carne te pone jarioso:

“Porque , puesto que tal como los animales son más como hombre en el cuerpo , que ofrecen mayor placer como alimento , y mayor nutrición para el cuerpo humano, a partir de su consumo resulta un mayor excedente disponible para la materia seminal , que cuando son abundantes se convierte en un gran incentivo a la lujuria . De ahí que la Iglesia ha ordenado los que ayunan abstenerse especialmente de estos alimentos ” .

Ahora pueden echarle la culpa a su hamburguesa de esos pensamientos impuros.

Vía: Mental Floss

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