¿Por qué volar nos provoca gases?

¿Te ha pasado que mientras vuelas tienes problemas de gases? Sí, gases, punes, pedos o cómo quieras llamarle a las flatulencias.

Aunque seas un rockero satánico rebelde en contra del sistema, no tengas pena en confesarlo pues este padecimiento es más común de lo que piensas. Así que no te sientas mal si en alguna ocasión sientes la necesidad de liberar presión mientras te encuentras abordo de algún avión.

En cierta ocasión, Jacobo Rosenberg, médico danés de la Universidad de Copenhague, se encontraba en un largo vuelo hasta Nueva Zelanda, cuando notó que su estomago comenzó a crecer notablemente desde que abordó el avión. Esto lo llevó a preguntarse por horas qué era lo que ocurría y el por qué del misterioso ataque de flatulencias que sentía.

Al llegar notó que la botella de agua que llevaba en el equipaje estaba vacía. La botella se había expandido cuando bajó la presión de la aeronave durante el vuelo y luego se contrajo al momento del aterrizaje, entonces dedujo que lo mismo podía haber sucedido con los gases de su estomago. Rosenberg mencionó a la BBC que…

“Desde entonces he notado cuánta flatulencia tiene uno cuando vuela”.

Este fenómeno es más común de lo que podríamos pensar, sólo que nadie habla de ello abiertamente.

“Cuando hablas con la gente todos han sentido mal olor alguna vez durante un vuelo”.

Todo esto hizo que Rosenberg se pusiera a investigar más sobre el tema, a fin de aminorar en lo posible estas molestias.

Veamos algunas de estas conclusiones…

Gases

No es necesario volar para estar de pedantes. De hecho, aunque estemos con los pies en la tierra diariamente expulsamos un montón de gases. Por ejemplo, una persona común y corriente expulsa unas diez flatulencias durante 24 horas.

Dichos gases son la consecuencia del alimento que no fue absorbido por el intestino y que fue fermentado por bacterias, produciendo nitrógeno, dióxido de carbono, hidrógeno, y otros componentes sulfúricos apestosos.

Sobre el tema hay varios datos interesantes:

Contrario a lo que se piensa, los hombres y las mujeres son igual de flatulentos, sólo que los primeros son menos pudorosos respecto al tema.
Los “punes” de las mujeres son más potentes pues tienen más componentes sulfúricos.
Los granos se han creado la mala fama de ser causantes de gases, pero no inflaman el intestino tanto como se piensa. De hecho, sus efectos varían de una persona a otra.
Los alimentos que ayudan a reducir los gases intestinales son los jugos de frutas colados, el arroz y el pescado.
Se cree que los lácteos producen gases, pero la verdad es que estos productos no dejan desechos que puedan fermentarse en el intestino.

Los pilotos que se hinchan

Si como pasajeros sufrimos de gases cuando volamos, imaginen que sucede con quienes chambean a bordo de un avión. De acuerdo a la Asociación Médica Aeroespacial, 60% de los pilotos sienten inflamación abdominal, cifra mucho más alta que en otros trabajos.

Para Rosenberg, esto se explica por medio de física básica:

“La presión cae y el aire debe expandirse en un espacio mayor”.

Según sus cálculos, un litro de gas ocupa un volumen 30% más voluminoso durante un viaje en avión, provocando la desagradable hinchazón.

Bueno, y sí ya nos pasó, ¿qué es recomendable hacer? Para este doctor, no es muy sano que todas las personas retengan los gases.

“Si eres joven y saludable no es un problema, pero para la gente mayor puede representar un esfuerzo cardíaco riesgoso”.

¿Podríamos explotar?

Suena como asunto de caricatura, sin embargo, un estudio realizado en 1969 ya hablaba sobre el riesgo de explosión que podría generar la acumulación de flatulencias producidas por astronautas en el interior de un cohete espacial. Afortunadamente aún no ha pasado nada semejante.

Aún así, la Agencia Especial de Canadá recientemente sugirió que la comida ideal para comer en el espacio podría ser la soya fermentada, pues sus bacterias probióticas ayudan a reducir la inflamación estomacal.

Medidas y soluciones

Aunque en un avión no hay riesgos de explosión a causa de los gases, las líneas aéreas ya toman medidas para aliviar los malestares y malos olores ocasionados por la hinchazón del estomago.

Hay algunas compañías que para absorber los malos olores, usan filtros de carbón en el aire acondicionado. Otras sirven comida con muchos carbohidratos y poca fibra durante los vuelos, para que la digestión se lleve a cabo de forma más fácil.

Además, Rosenberg considera que pueden tomarse otras medidas anti flatulentas, como el uso de mantas o cobijas que en sus fibras contengan carbón, y así absorban mejor los gases. Por cierto, para aquellos más penosos, este doc sugiere el uso de ropa interior hecha con esta mismas fibras, la cual ya es fabricada por algunas marcas y que absorben los malos olores en su totalidad, según la Revista Estadounidense de Gastroenterología.