Muchos podríamos decir que ver pornografía no sirve de nada, que se ayuda en algunas ocasiones a la prostitución infantil y al abuso, pero ahora este escenario cambiará y las películas XXX ayudarán más de lo que creemos.
Y es que la pareja formada por Leona Johansson y Tommy Hol Ellingsen, ambos actores porno desde hace algunos años, han decidido crear una campaña llamada Fuck for Forest en la que con algunos videos amateur buscarán recaudar fondos para financiar algún tipo de ayuda a la ecología.
Aquí está el trailer de dicha cinta que buscará convertirse en un éxito. Sus eslogan son “Cambia la realidad con amor y sexualidad” y “Salvar el planeta es sexy”. ¿Será?
Los activistas eróticos han sido muy criticados por este tema, han sido arrestados por tener sexo en público pero eso no evita que su discurso caiga y mucho menos que dejen de creer fielmente que lo que hacen de alguna u otra manera ayudará a nuestro planeta.
Apoyamos iniciativas locales que tengan una intención idealista, y siempre tratamos directamente con los grupos que trabajan en la zona, por lo que siempre sabemos a quién apoyamos y en qué se usa el dinero.
La forma de ayudar a esta pareja es mandando fotos propias mostrando el cuerpo, teniendo sexo o algo parecido, y en su defecto si eres más atrevido, enviar un video que hayas realizado con tu pareja mientras sostenían relaciones sexuales, el cual será subido a la red para ganar dinero.
Tal ha sido el éxito de esta iniciativa que se han rodado dos películas contando la historia de la pareja. La primera, del director polaco Michal Marczak, muestra la vida de unos hippies que profesan el amor y el sexo libre, consumen drogas, son vegetarianos y recorren el mundo publicitando su causa.
Los fundadores de FFF creen que su trabajo no es una simple obra que se puede encontrar en YouPorn, sino que su fin cumple con muchas cosas más que no están en la pantalla:
Documentamos relaciones sexuales reales y no decimos a la gente cómo se tiene que comportar o qué tiene que hacer. Grabamos por placer y por salvar la naturaleza y no sacamos ningún beneficio económico. Como los activistas eróticos no cobran, la energía que se ve entre ellos es muy diferente a la que hay en la pornografía comercial.
Como cualquier ONG han sufrido mucho, se han encontrado con problemas de inversionistas que piensan que no será un proyecto redituable, con que no hay sexo tan explicito y posiblemente no sea un producto tan llamativo y sobretodo con el afán que tienen de acabar con esas industrias que afectan el planeta.
¿Cómo lo ven?