Bastaron un par de días para que las autoridades de Jalisco se movilizaran y aceleraran la investigación sobre la muerte de Alejandro Giovanni López —joven de oficio albañil que fue detenido el pasado 4 de mayo por la policía de Ixtlahuacán de los Membrillos. Sin embargo, el llamado a la justicia se ha opacado por declaraciones políticas y enfrentamientos que poco tienen que ver con la impartición de la justicia y garantía de los derechos humanos.
La noche del 4 de junio —tras una manifestación realizada afuera del Palacio de Gobierno de Jalisco—, Enrique Alfaro acusó a Morena de reventar la marcha y pidió a AMLO que controlara esta situación.
En redes han surgido hashtags como #YoLeCreoAlfaro, #Gobernador o #AlfaroAsesinoRepresor. Pero hay que ir más allá de las acusaciones entre políticos o en ver quién le cree a quién. En este caso un ciudadano murió en custodia de la policía municipal y para NO olvidar que este es el tema principal, vale la pena hacer las siguientes preguntas.
¿Qué se investiga?
Los familiares de Giovanni López expusieron en el portal Latinus la detención arbitraria del joven por parte de la policía municipal —en las imágenes observamos a los testigos denunciando que Giovanni era detenido por no portar un cubrebocas.
La información fue retomada por medios de comunicación y comenzaron las protestas en redes. Ante esta situación, la Fiscalía General de Justicia de Jalisco negó que Giovanni fue arrestado por no usar cubrebocas —el arresto se llevó a cabo por conducta violenta, dijo.
Además, dio a conocer que comenzó a investigar el caso un día después de la muerte de Giovanni. Ha pasado un mes y no hay resultados concretos. Apenas se llevaron a cabo tres detenciones y Enrique Alfaro ha dicho que su gobierno NO investiga por qué la policía detuvo a López.
Más bien, la Fiscalía se enfoca en hallar a los responsables de la muerte de Alejandro Giovanni.
¿Importa el contexto de la detención?
Hay quienes dicen que en este momento no es importante conocer por qué fue detenido Giovanni López. Sin embargo, de acuerdo a los testimonios, la detención se llevó a cabo en contexto del decreto de Enrique Alfaro que sancionaba a las personas que no utilizaran el cubrebocas de manera obligatoria.
De reconocerse este hecho —por parte de la Fiscalía— el abuso de autoridad se trasladaría desde la policía municipal hasta el gobierno de Jalisco. ¿Por qué? Alfaro decretó el uso obligatorio del cubrebocas con sanciones a pesar de las observaciones de grupos civiles, que advirtieron que esta acción derivaría en la violación de los derechos humanos.
Si Giovanni fue detenido por conducta violenta, la historia no cambia. Los abusos y la violencia de la policía —a cargo del gobierno de Alfaro— siguen ahí y hasta la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha pedido una investigación exhaustiva del caso y no sólo hallar a los culpables.
¿Jalisco tiene deudas con su población?
Otra de las preguntas que han surgido en redes es: ¿Por qué la gente se manifestó frente al Palacio de Gobierno de Jalisco? Al igual que los otros 31 estados, Jalisco ha sufrido del impacto de la violencia acumulada por sexenios.
Y tanto el gobierno estatal como el Federal le deben varias respuestas.
Por ejemplo, en 2018 tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV Guadalajara desaparecieron después de que unos sujetos —identificados como elementos de la Fiscalía— los detuvieran.
En otro caso del mismo año, se reveló que un camión refrigerador con al menos 157 cuerpos sin identificarse deambulaba en los municipios de Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga.
Tráiler con 157 cuerpos deambula en Jalisco, gobierno dice ‘es por falta de espacio’
Ante este historial reciente, la ciudadanía de Jalisco ha salido —en varias ocasiones— a protestar para que los gobiernos federal y estatal atiendan la crisis de violencia e impunidad.
El caso de Giovanni López no es ajeno. Y a pesar de la epidemia de coronavirus, la gente marchó —desde el Parque Revolución hasta el Palacio de Gobierno— para ponerle un alto a los abusos policiales que tantas veces se repiten.
Al igual que Palacio Nacional en CDMX, el Palacio de Gobierno representa el poder máximo del Estado y precisamente por ser esta figura, la ciudadanía se lanzó a sus puertas.
¿Y los “reventadores” de las marchas?
En las manifestaciones feministas, AMLO señaló que había grupos que buscaban darle un golpazo al gobierno Federal. Y de alguna manera, el presidente desacreditó el movimiento en contra de la violencia de género.
Algo más o menos similar sucede con el discurso de Enrique Alfaro, que lejos de concentrarse en cómo su gobierno garantizará el respeto a los derechos humanos y en la investigación del caso de Giovanni López, ha politizado el tema central: justicia para un joven que murió en custodia de la policía municipal.
¿Por qué es importante manifestarse?
A raíz del asesinato del afroamericano George Floyd, en Estados Unidos y otros países la gente se ha manifestado para denunciar los casos locales de la violencia policial.
México no ha sido la excepción —ni hoy, ni mañana, ni ayer. A nivel nacional, la crisis de violencia continúa. Lo mismo sucede con los reportes de abusos por parte de la policía.
Recordemos que a inicios de junio, se reveló un caso similar al de Giovanni —y George Floyd— en Tijuana, Baja California, donde un sujeto fue sometido por la policía el 29 de marzo.
En este caso no hubo protestas, ni arrestos reportados.
En el caso de Giovanni, este fue abordado un día después de que se reportara su muerte. Sin embargo, no hubo avances en la investigación. Sólo hasta este 5 de junio un comisario municipal, un oficial de la policía y un mando medio fueron detenidos.
La Fiscalía y Alfaro se movilizaron y aceleraron la investigación ante el descontento social —junto con los llamados de organizaciones civiles. ¿Qué hubiera pasado si el caso de Giovanni no hubiera sido denunciado y la gente no hubiera protestado?