Se trata de un trabajador de la planta que ha sido diagnosticado con leucemia, causada por la exposición a la radioactividad. Su nombre no fue revelado, pero sí se sabe que tiene 41 años y que realizó un trabajo casi heróico después del desastre junto con miles de hombres que, sacrificando su salud, evitaron que la contaminación se esparciera más. Estas nobles acciones hicieron que la población los reconociera y que ganaranel Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011.
El gobierno japonés junto con la Agencia Internacional de Energía Atómica, habían intenado convencer a la población de que los efectos negativos y dañinos para la salud eran bajos, y aunque casi nadie creía en esto después de ver los resultados, la noticia del primer enfermo de cáncer termina de desmentirlo.