Cuando Ricardo Monreal anunció su candidatura a la Delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México, prometió dos cosas en particular: eliminar la corrupción y mejorar la seguridad. Hoy, a la mitad de su período como delegado, y a raíz de escándalos recientes sobre su mandato, es buen momento para analizar qué ha hecho para resolver ambos problemas.
(Spoiler: los ha empeorado.)
Corrupción
La semana pasada, y por segunda ocasión en menos de un año, la organización no gubernamental Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicó un reportaje en el que, con documentos en mano, acusó al jefe de la delegación Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, de participar en actos de corrupción.
El primer texto, que salió a la luz el 1 de diciembre del año pasado, se tituló “El Factor Monreal”. En la nota, firmada por Salvador Camarena y Claudio González, se hizo un análisis detallado de cómo el gobierno de la Cuauhtémoc, desde tiempos antes de Monreal pero ahora a paso acelerado, otorga cambios de uso de suelo para que establecimientos mercantiles –bares y restaurantes– pudieran operar libremente. Es tal la cantidad de permisos chuecos que, si uno come o bebe en un lugar de moda de la Roma/Condesa, con casi total certeza lo hará en un lugar que pagó miles, sino hasta millones de pesos porque la delegación les permita violar la ley.
Al mismo tiempo, a pesar de que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), ha enviado múltiples alertas para que detenga construcciones que dañan o de plano destruyen inmuebles históricos en la misma zona, Monreal se ha hecho de la vista gorda. Esto también quedó confirmado en el texto de MCCI: inmuebles catalogados y protegidos que de la noche a la mañana desaparecieron porque la autoridad no quiso ni intentar salvarlos.
Ésa fue sólo la primera parte.
En la segunda, publicada el 15 de febrero de este año, MCCI documentó que al menos 3.9% de los contratos de obra de la delegación que encabeza Monreal fueron a dar a amigos de su hija, quienes son dueños de compañías que no cuentan con la experiencia necesaria para realizar las obras que se les asignó. Repitámoslo una vez más para que quede claro: amigos de la hija del delegado de la Cuauhtémoc recibieron contratos millonarios de obra sin tener experiencia. Uno de ellos, de hecho, nunca había obtenido un contrato de obra hasta que Monreal se convirtió en delegado.
En ambos casos, la respuesta no se hizo esperar. Frente al primer texto, Monreal, a través de comunicación social de la delegación, acusó a MCCI de contar una verdad parcial, pues la delegación estaba enterada de los permisos chuecos. A algunos establecimientos los había multado, pero ninguno había sido cerrado. Es decir, admitía que había otorgado permisos irregulares, pero que de igual manera los permitiría operar.
Frente al segundo ya no hubo datos, sólo insultos. Entre otras cosas, Monreal acusó en entrevistas que MCCI operaba como un grupo de “delincuencia organizada”. El único que discutió el tema –y, sin querer queriendo, admitió que se había actuado con poca ética para otorgar los contratos– fue Salvador Loyo, el director general de administración de la delegación. Loyo dijo, también en entrevista, que los contratos a los amigos de la hija de Monreal sí habían sido otorgados, pero que “sólo eran el 3.9%” de todos los contratos de la delegación. En pocas palabras, como era poquito no era corrupción.
Y ésos son un par de casos. En 2016 también tuvo que renunciar Pedro Pablo de Antuñano, mano derecha del delegado y director jurídico de la Cuauhtémoc, cuando en un puesto de revisión de rutina se le encontraron 600 mil pesos en efectivo que nunca pudo explicar.
Todo ello a pesar de que, el mismo día que inició su campaña para delegado, Monreal prometió “gobernar con honradez y combatir a fondo la corrupción”.
Seguridad
La otra gran promesa de Monreal en campaña fue mejorar la seguridad de la delegación. De hecho, según su folleto de campaña, titulado “Rescatemos Cuauhtémoc”, su primer compromiso fue la seguridad.
¿Adivinen qué delegado de la Cuauhtémoc dijo “Sabes perfectamente que la seguridad pública no es facultad de la Delegación”? pic.twitter.com/8CQQMADfu2
— Jorge Landa (@JorgeLanda) September 23, 2016
Esto desde un principio quedaba claro que no se iba a cumplir por una sencilla razón: los delegados no tienen atribuciones para temas de seguridad. Es el gobierno de la Ciudad de México el que controla todo el aparato. Sin embargo, a Monreal no pareció importarle. Una y otra vez en actos de campaña prometió que habría más seguridad en la delegación, a sabiendas de que poco o nada podría hacer una vez elegido delegado.
Y así fue. Cuando empezaron a aumentar los asaltos, los homicidios, y la presencia del crimen organizado, Monreal reviró a reporteros y entrevistadores que la seguridad de la delegación no le correspondía a él sino al Jefe de Gobierno.
Mientras tanto, según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo de la Seguridad Pública (SESP), la tasa de homicidios en la delegación aumentó de 2014 a 2016 (último año y medio de gobierno del delegado anterior a primer año de Monreal) el 102%.
(Para una muestra nada más hay que googlear “asaltan Cuauhtémoc” y ver sólo los casos que han sucedido en 2016. Entre ellos, el asalto al director del Observatorio Nacional Ciudadano, una ONG que se dedica a… documentar la delincuencia en el país.)
La otra gran promesa de campaña del delegado, incumplida desde un inicio por imposible.
Desde que está Monreal, así explico dónde vivo: “Entre el puesto de pipas de piedra y el de pantuflas hay un tipo moneándose. Es esa puerta”
— Juan Pablo Gm (@JpGm91) February 16, 2017
Me dio flojera lo que escribiste. ¿Me resumes en dos párrafos lo que ha hecho Monreal hasta ahora?
Ricardo Monreal prometió dos cosas cuando fue candidato: menos corrupción y más seguridad. La primera sigue igual o peor que cuando entró, al grado de que a ningún otro de los 16 delegados se le han reportado actos de corrupción tan graves como a él.
La segunda sin duda ha empeorado. Monreal mismo ha admitido que no tiene facultades para resolver el problema. Pero justo por eso jamás debió de haber prometido que lo resolvería. O no sabía que no podía (lo cual es malo), o sabía e igual lo hizo (lo cual es peor).
Algo que tomar en cuenta cuando vuelva a estar en campaña en 2018, esta vez para gobernar la ciudad.
Esteban Illades
Facebook: /illadesesteban
Twitter: @esteban_is
Aclaración para trolls: el autor votó por Monreal en su momento, muy a su pesar.