Por Diego Castañeda

Ësta fue una semana en la que los temas económicos no estuvieron presentes, los temas del debate y el sinfín de interpretaciones impidieron que se prestara atención a la economía. Sin embargo, ya que en cualquier momento las discusiones de las propuestas económicas volverán es quizá un buen momento para plantear algunos datos que pongan en contexto dónde está la economía Mexicana hoy en día y en dónde tendría que centrarse la discusión en los próximos días.

Bajo crecimiento económico

El principal tema que hasta parece un lugar común y en que todo el mundo está de acuerdo es que la economía mexicana tendría que estar creciendo a una tasa más alta. ¿Qué tanto más alta? Un viejo profesor frente a esta pregunta me solía responder “Depende de las necesidades de desarrollo del país, lo que importa es que el país genere los empleos suficientes”. Siguiendo esta lógica quizá no podemos deducir cuál sería una tasa de crecimiento objetiva, pero sí podemos saber que el 2.3 por ciento en promedio de los últimos 20 o 30 años no es suficiente para que se creen los suficientes empleos para absorber a las personas que año con año se suman al mercado laboral.

Atender esta falta de crecimiento es el problema de este corte más importante. México es un país que ha dejado de converger en el mundo, es un país que necesita una serie de mejoras en términos microeconómicos para destapar el cuello de botella del crecimiento y cerrar la brecha que cada vez se abre más entre algunos países en desarrollo. Crecer más de forma sostenida en el tiempo y que beneficie a todos, sobre todo a los más pobres, debería ser el principal tema económico de discusión para todos los candidatos.

Inversión pública

Otro de los temas que tiene que ser debatido y que está muy vinculado con el anterior es el de la inversión pública. Hoy, México tiene la menor inversión pública medida como porcentaje del PIB en más de 60 años. Es una cantidad de acuerdo con mediciones del Fondo Monetario internacional, 40 por ciento menor al promedio de los países en desarrollo alrededor del mundo. Al mismo tiempo, la inversión privada lleva muchos años estancada, rondando entre 18 y 20 puntos del PIB. ¿Cómo vamos a remediar esta situación? Esperemos que próximamente al menos lo discutan.

Monopolios y competencia económica

Un tema que destaca por estar 100 por ciento abandonado es el de los monopolios y la política de competencia. México es un país con empresas con poder de mercado en casi todos los sectores; por lo mismo, tienen menos necesidad de invertir para ser competitivas y, por ello, los mexicanos pagamos precios más altos. Una forma efectiva de combatir desigualdades y de producir un choque positivo de ingreso a las personas es limitar a los monopolios (y a los igualmente importantes monopsonios) en el mercado laboral que anclan a la baja el salario.

monopolio
Foto: Shutterstock

Ojalá que en los próximos días estos temas salgan a la luz; después de todo, en buena medida la capacidad que existe o no para transformar de forma efectiva la vida de las personas radica en que en estos temas tengamos una conversación nacional.

¿Y qué han dicho los candidatos?

En el caso de López Obrador la importancia de estos temas destaca en su análisis, pero no en mecanismos concretos para atenderlos. En el caso de Anaya, las propuestas en su página  son muy genéricas: sí dice que desea crecer más o aumentar la inversión, pero nada sobre cómo se va conseguir. Meade, por su lado, es francamente preocupante ya que por las propuestas en su página parecería que estos problemas no existen, prácticamente no tienen alguna mención al respecto (si no se reconoce al menos que estos problemas existen, menos se podrá hacer algo por corregirlos). Por su parte, los candidatos independientes, Zavala y el Bronco, o son demasiado generales o ni siquiera parecen preocupados por estos temas; al menos no se ve esa preocupación reflejada en propuestas.

Como en todas las campañas, eventualmente estos temas se volverán fuente de debate entre la población. Lo que nos debe preocupar es que algunos asuntos, como el de la política de competencia, algo que fácilmente debería ser un consenso entre todos, difícilmente pasa por sus cabezas y las del electorado. La siguiente semana ya estaremos a unos 60 días para las elecciones y la discusión de fondo de los problemas económicos aún ni siquiera comienza. En un momento donde la discusión parece irse hacia lo trivial o hacia efectos de los problemas de desarrollo del país (como la pobreza), deberíamos discutir con mucha seriedad cómo vamos a producir soluciones sostenibles en el tiempo para nuestros problemas.

La economía mexicana necesita un cambio de fondo en el modelo que domina su proyecto de desarrollo. Ésa quizá sea la discusión más trascendental que debemos tener, de ella depende cómo se verá el país en los próximos 20 o 30 años.

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Diego Castañeda es economista por la University of London.

Twitter: @diegocastaneda

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