Pues sí, o bueno, más o menos.
A ver mis estimados y calenturientos sopicuates no se emocionen antes de tiempo; está comprobado científicamente que las personas pueden tener encuentros sexuales mientras duermen… la mala noticia es que esto sólo les sucede a las personas que padecen sonambulismo.
Verán, según un estudio realizado por la unidad del sueño del Hospital Universitario de Toronto, el 15% de los pacientes tuvo alguna experiencia sexual mientras dormía, contactos que iban desde simples e inocentes caricias hasta triunfales revolcones. Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues resulta que al despertar, los pacientes no recordaban nada de lo sucedido.
¿Ya ven? no hay nada que envidiar, al contrario; se trata de una enfermedad llamada “sexomnia” una alteración de la conducta sexual que, según el neuropsiquiatra Colin Shapiro, es provocada por fallas en el cerebro y puede resultar altamente peligrosa.
Pero… ¡a mi me prende el peligro!, podrían pensar ustedes. Desafortunadamente en este caso el peligro no es igual a emoción aunque se trate de sexo; en ocasiones los episodios de sexomnia pueden tornarse violentos y contra la voluntad del acompañante del paciente.
Se han dado casos como el del británico Stephen Lee Davis, quien en 2012 fue acusado de violación y después exculpado del delito al comprobarse que padecía sexomnia.
Así que pónganse abusados si duermen con un(a) sonámbulo (a).