Portadas, análisis y debates, pero ¿qué es lo que realmente debería importarnos tras la captura del “Chapo”?
Dicen que fue un fin de semana agitado.
Los Pumas humillaron al América, conocimos a nuevos personajes de Guardians Of The Galaxy, culminaron los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, los Kaiser Chiefs se presentaron en El Plaza, y…mmhh… ah, sí, también Beakman ofreció un par de pláticas en la Ciudad de México. ¿Se nos está yendo algo más?
Cierto, el famosísimo “Tren del Mame” hizo su parada estelar con la detención del “Chapo” Guzmán, sin lugar a dudas uno de los acontecimientos más relevantes de los últimos veinte años en nuestro país, lo cuál, lógicamente ha desatado cualquier tipo de reacciones, que van desde el aplauso fácil (y hasta cierto punto habrá que reconocer que también es merecido) al Gobierno Federal, hasta las ya tradicionales teorías de conspiración y por supuesto, de descalificación.
Sin embargo, me parece que es necesario, ante un evento de gran magnitud, que nosotros como ciudadanos, y sobre todo como audiencia, aprendamos a distinguir entre la información que realmente aporta y nos ayuda a comprender mejor el panorama de lo que está ocurriendo, y aquella que sólo sirve para rellenar espacios, pagar favores, vender más periódicos, o como dicen por ahí, simple y sencillamente para “hacer el caldo más gordo”.
Por ejemplo, una de las cosas que más me ha llamado la atención en las últimas horas es ver cómo los periódicos más importantes del país, como Reforma y El Universal , dedicaron sus portadas de este lunes a una noticia más que obvia, como “Estados Unidos pretende extraditar al “Chapo” Guzmán.” Perdón, pero si se trataba de uno de los capos más buscados por el FBI, ¿no es más que lógico que autoridades norteamericanas busquen su extradición?
Otro punto que no hay que perder de vista es la forma en la que, hace un año, el Gobierno Federal decidió cambiar su estrategia de comunicación en materia de seguridad y anunciar que se dejaría de presentar públicamente a los criminales detenidos. Sin embargo, con la detención del “Chapo” se llevó a cabo una presentación “accidental” si así se quiere ver, en donde tras horas de incertidumbre, se convocó a una conferencia en el Hangar de la Marina, en la que el Procurador de la República dio detalles sobre la operación que permitió la captura de uno de los capos más buscados del mundo. La coincidencia o sincronización fue tal, que justo cuando Murillo Karam culminó su mensaje, el mundo pudo ver a Joaquín Guzmán Loera siendo transferido de una aeronave a otra. Si bien no fue una presentación a la “García Luna Productions”, no puedo creer que esta situación fue meramente accidental, y para ser honestos, tampoco culpo al gobierno de ceder ante la tentación mediática de presumir uno de sus grandes logros y, dicho sea de paso, tampoco nos hagamos, si así existen teorías de conspiración que insisten en decir que “este no es el Chapo”, imagínense las historias que escucharíamos si esta presentación no se hubiera llevado a cabo.
Ahora bien, lo curioso es la forma en la que por un lado el Gobierno Federal nos dice que no pretende magnificar los resultados de sus operativos, y por el otro, nos encontramos el domingo con un sin fin de “crónicas” que pretenden detallar paso a paso cómo ocurrió la detención de Guzmán Loera. Sin embargo, cualquier “crónica” publicada se queda corta al lado del infomercial reportaje de 30 minutos de duración, presentado esta mañana en el noticiero matutino del Canal de las Estrellas, en donde pudimos ver a Carlos Loret de Mola “recrear” como en los viejos tiempos, la “Operación Gárgola” que permitió la captura del “Chapo” Guzmán. ¿Ustedes creen que con estos “ejercicios periodísticos” lejos de informar, se puede contaminar evidencia? Nah, yo tampoco… y García Luna tampoco.
Porque claro, lo que realmente sirve de toda esta información es saber de qué color son los zapatos que usaba el líder del Cartel de Sinaloa, o cuántas botellitas de agua habían comprado para esta semana en el 401 del Condominio Miramar.
¿Otra noticia absurda con la que nos hemos encontrado estos días? Medios de gran reputación como Proceso, La Jornada o El Universal, publicando una “noticia” en la que se reporta que “Supuestos hijos del Chapo, lanzan amenazas en Twitter.” Perdón, pero ¿sabrán que cualquier persona puede abrir un perfil en Twitter y hacerse pasar por quién sea y decir lo que sea?
En fin, como podemos ver hay mucho ruido allá afuera, todo mundo tiene una versión, y por supuesto una opinión, sin embargo las preguntas que realmente importan siguen sin contestarse, y es que ¿de verdad alguien cree que el problema del narcotráfico se termina, por ejemplo, cuando caen los capos? En los últimos años hemos visto a muchos de ellos caer y por el contrario, según informes de la Secretaría de Salud, los índices de consumo de drogas en nuestro país, ha aumentado.
Me parece que las preguntas que muchas personas nos hacemos no es cuántos coches o casas se decomisaron, sino cuántos funcionarios involucrados en redes de corrupción serán realmente tocados tras los últimos acontecimientos.
Un dato del que poco se ha hablado, por ejemplo, es que el Condominio Miramar, donde se refugiaba Joaquín Guzmán Loera, se encontraba a cuatro cuadras u 800 metros del Cuartel de la Policia Ministerial del Estado de Sinaloa.
Otro tema que ningún otro medio mexicano ha decidido retomar, son las declaraciones hechas por Phil Jordan durante la cobertura que realizó Univisión en Estados Unidos la tarde del sábado, en donde el exfuncionario de la DEA en El Paso, Texas, afirmaba que el Cartel de Sinaloa financió la campaña electoral del Presidente Enrique Peña Nieto. Digo, ya que están publicando suposiciones de Twitter…
Por último, no puedo dejar de asombrarme ante el gran desencuentro que reina en la opinión pública, en donde muchísimas personas DESCONFÍAN parcial o totalmente del proceso, con dudas que van desde los términos en los que se llevó a cabo la colaboración entre la Secretaría de Marina y la DEA (el New York Times publica hoy que agentes de la DEA participaron activamente en el operativo), pasando por la “verdadera” identidad de la persona detenida, hasta por supuesto, el tiempo que transcurrirá antes de que sea (escojan su opción favorita) enjuiciado, “muerto”, liberado, fugado, extraditado o sentenciado en nuestro país.
Supongo que el embate de propaganda gubernamental disfrazada de “noticia” está directamente relacionado con los niveles de desconfianza que existen en el país; sin embargo, sería bueno que alguien les avisara a los asesores, que la confianza y la credibilidad de un gobierno no se compra con campañas o desplegados se gana con acciones como esta. Sin embargo, cuando dejamos que las noticias se conviertan rápidamente en telenovelas, lo único que se logra es que la agenda mediática termine por alimenta un morbo que sepulta lo verdaderamente importante del tema.