Probablemente durante las últimas horas has escuchado que hay varios disturbios y enfrentamientos en Michoacán. Estos acontecimientos están relacionados a estudiantes de escuelas normalistas del estado. ¿Qué es lo que está pasando?
Aquí una breve explicación.
¿Qué sucede?
Un grupo de estudiantes que exige no se realicen cambios a las materias en las escuelas rurales (aplicación de la Reforma Curricular), tiene en su poder decenas de vehículos (autobuses de pasajeros y unidades de carga repartidoras, sobre todo de refrescos) que fueron tomados durante algunas protestas.
¿Qué piden los normalistas?
Piden que la Reforma Curricular, que contempla se integren materias como inglés y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, se posponga por un año, tiempo en el que los normalistas presentarían una propuesta basada en las características del estado. También quieren que se den plazas docentes para alumnos que cursan el cuarto grado.
¿Qué pasó el lunes en la madrugada?
Durante la semana pasada se llevó a cabo un diálogo entre estudiantes y autoridades para discutir la Reforma Curricular, sin embargo, la calma se rompió cuando venció el plazo impuesto por las autoridades para que los estudiantes liberaran los vehículos. Policías estatales y federales comenzaron un operativo a las 4 de la mañana del pasado lunes, el cual desencadenó que los jóvenes inconformes comenzaran a provocar disturbios.
Los primeros enfrentamientos entre policías y alumnos normalistas se registraron en la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, en Tiripetío, cuando al enterarse del operativo policiaco, varios jóvenes comenzaron a quemar algunas de las unidades que tenían en su poder. Debido a esto, varios agentes federales rodearon las instalaciones de la institución para recuperar los vehículos.
La misma historia se repitió en Arteaga (Centro Regional de Educación Normal de Arteaga), y la comunidad autónoma de Cherán (Escuela Normal Indígena de Michoacán). En estos enfrentamientos también hubo detenidos y golpeados. De acuerdo a las autoridades, el número de estudiantes detenidos fue de 176.
Aquí algunas fotos de lo sucedido en los enfrentamientos:
Julio Hernández Granados, vocero del gobierno del estado señaló que en estos operativos se recuperaron 82 vehículos pero 13 unidades fueron incendiadas y que 9 policías sufrieron heridas (tres de ellos de gravedad).
Mientras tanto, organizaciones estudiantiles también han declarado que el operativo policiaco se trató de un hecho represivo, en donde la policia hizo gala de violencia excesiva.
Por otro lado, el fotoperiodista Juan José Estrada Serafín denunció en redes sociales que elementos de la policia estaban rompiendo cristales e incendiando coches, entre ellos el suyo.
El boletín de Notimex, señala a los normalistas como responsables de esta clase de actos.
¿Cuál es la situación actual?
Después de estos acontecimientos, estudiantes, pobladores y familiares realizaron varias concentraciones en distintos puntos del estado, para exigir respeto a los derechos humanos de los estudiantes normalistas, así como su liberación. Según refieren, se desconoce el paradero de muchos de los detenidos.
Se reportan manifestantes armados con piedras y palos afuera de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Otros estudiantes tomaron por tiempo indefinido las instalaciones de la Secretaría de Educación de Michoacán. Por si fuera poco, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunciaron ya una marcha a Titipetío para recuperar las instalaciones normalistas, resguardadas por la Policía Federal. Este mismo organismo planea convocar a un paro generalizado de labores en apoyo a los estudiantes normalistas que se encuentran detenidos.
La presidencia municipal de Uruapan está tomada y algunos normalistas bloquean los cuatro carriles de la salida a Pátzcuaro.
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Sin duda, la situación luce compleja. Emitir un juicio sobre quién tiene o no razón depende de cada quién. Además, hay quienes terminan afectados por un conflicto que les resulta ajeno (los transportistas). Lo único cierto, es que Michoacán nuevamente vuelve a ser escenario de confrontaciones y violencia.