La foto que dio origen a este alegre post, recientemente ha causado euforia en la red, fue tomada en el 2009 por Pete Souza, fotógrafo personal de la Casa Blanca. En ese entonces, Barak Obama llevaba sólo cinco meses en el poder.

Ese día, Jacob Philadelphia, de cinco años, acompañó a su padre Carlton (ex infante de marina) a su último día de trabajo en la Casa Blanca, donde fungía como miembro del Consejo de Seguridad Nacional. Como es una costumbre, los empleados que dejan de trabajar en ese lugar, piden una foto de su familia con el presidente.

Después de que se tomaron las fotos, Obama le dio la oportunidad a los dos hijos de Carlton para que cada uno le hiciera la pregunta que deseara. El primero le preguntó una ñoñería que ni recordamos. Pero después, el pequeño Jacob le dijo:

“Quiero saber si mi pelo es como el suyo”

Obama, que es tan dicharachero, alternativo y jocoso, le respondió ¿Por qué no lo tocas y lo averiguas por ti mismo?, mientras se inclinaba hacia él.

(lo bueno que estaban los papás, la prensa y mucha gente, si no lo anterior hubiera sido un escándalo para los mal pensados como nosotros).

Después de sentir entre sus dedos la cabellera del hombre más poderoso del mundo, Jacob dio su veredicto: “Sí, se siente lo mismo”.

La foto ahora cuelga en la sala de la familia Philadelphia.

Esa es la versión oficial de la foto, pero ahora, ustedes tienen la oportunidad única de ponerle título. En cuanto vimos la imagen se nos vinieron a la mente un sinfín de títulos para nombrarla, por cierto, algunos muy vulgares.

El nuestro sería ‘A Obama le sobaron la pelona’.

Y ustedes, ¿cómo le pondrían? (a la foto).

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