Regresó a su casa a petición de la Federación Uruguaya, lo recibieron como si fuera un héroe nacional y hasta le escribieron una carta alegando que su expulsión era toda una exageración. Esta ha sido la vida de Luis Suárez en los últimos días: risas, llanto y preocupación, ingredientes que han hecho que este jugador se volviera uno de los más polémicos en Brasil 2014.
“Lucho” se vio envuelto de nueva cuenta en una polémica que no lo deja bien parado, durante su partido en contra de Italia tuvo la loca idea de morder a Giorgio Chiellini, jugador que de inmediato protestó y que tuvo a bien dejar claro el problema, el cual terminó en una suspensión de 9 juegos para el ariete y cuatro meses fuera de toda actividad futbolística.
Durante su carrera el futbolista uruguayo ha tenido tres altercados en los que le ha “encajado el diente” a sus rivales: el primero fue en contra de Otman Bakkal, jugador del PSV mientras el delantero jugaba en el Ajax; hace un año le hizo lo mismo a Branislav Ivanovic, al morderle el brazo en una jugada dentro del área y ahora lo hizo en una Copa del Mundo.
Es por eso que de inmediato Ian Steadman tuvo a bien pensar: ¿Qué posibilidades hay de que Luis Suárez muerda a un futbolista? Todo esto trabajado desde el punto de vista de:
1. Ser seleccionado nacional
2. Jugar aunque sea un minuto por partido
3. Haber asistido a la justa de 2014
Bajo estos tres criterios, se llegó a la conclusión de que si estás en una cancha de futbol junto al uruguayo, existe una posibilidad entre 2053 de que seas atrapado entre sus fauces. Utilizando una fórmula muy sencilla, en donde tenemos que contar los juegos que ha tenido como profesional, más los rivales a los que ha enfrentado, este último punto al suponer que serán 14 los hombres que tienen opción de estar en el terreno de juego junto a él.
Es así que si el delantero ha disputado 441 encuentros en su carrera y ha mordido a tres futbolista, tendría 147 oportunidades de intentar hacerlo, pero si contamos que ha tenido 6160 rivales enfrente, la suma cambiaría y el total sería poco más de 2 mil.
De esta manera se tienen menos probabilidades de ser mordido por un tiburón (1 entre 3.7 millones), de que te caiga un rayo (uno de cada 10 mil) y de ser golpeado en la cabeza por un asteroide (uno entre 700 mil) que de sufrir por los pequeños dientes de “Lucho”.