Parecería innecesario y hasta necio tener que dar razones para ir a ver a una de las grandes bandas de la historia del Rock. Todo el mundo reconoce los acordes de “Smoke on the Water” y “Black Night” aunque no sepa quién las toca, y millones de guitarristas han iniciado su aprendizaje con estas canciones. Así que si todavía lo están pensando, esperamos motivarlos para que asistan a su próximo show en México.
La cita es el 4 de Noviembre en la Arena Ciudad de México y como ya lo han hecho en otras ocasiones, seguro complacerán hasta al más gruñón de los asistentes por estas razones:
1.- Es una banda legendaria
Parece una obviedad pero hay que pensar que se tiene enfrente a una banda con 46 años de carrera, una de las bandas que cuya popularidad llegó a puntos altísimos durante los 70 en los que se consagraron como uno de los varios progenitores del Rock duro que sería cuna de nacimiento para el Heavy Metal. Por sus filas han pasado destacados personajes que han cobrado fama por su propio pie como David Coverdale (Whitesnake), Glenn Hughes (Black Sabbath, Black Country Communion), Tommy Bolin, Ritchie Blackmore (Rainbow) y Rod Evans (Captain Beyond). Si el grupo ha sobrevivido todas estas décadas y tantos géneros que han surgido es porque la calidad de sus canciones es atemporal y aún pueden cautivar a sus incondicionales y no iniciados.
2.- Ian Paice
Desde su formación en 1968 y hasta el reciente fallecimiento del tecladista Jon Lord, Paice permanece como el único miembro de la banda original, cuando comenzó al lado de Ritchie Blackmore, Rod Evans, Nick Simper y el mencionado Lord. Este zurdo baterista pronto se colocó en las listas de los mejores del instrumento, a un lado de Keith Moon, John Bonham, Ginger Baker y Mitch Mitchell. Tal era su destreza que incluso en todos los conciertos tuvo su propio espacio para lucirse, la canción “The Mule”, la cual el cantante Ian Gillan describe como “una canción sobre Lucifer y algunos de sus amigos”.
3.- El setlist
Aunque todo mundo espera escuchar sus favoritas personales en un concierto, el setlist de Deep Purple está balanceado para complacer al fan casual con temas populares como “Black Night”, “Strange Kind of Woman”, “Highway Star”, “Perfect Strangers”, “Hush” y “Space Truckin'”, igual hay algo para los fans más clavados/especializados con “Into the Fire”, “The Mule”, “Hard Lovin’ Man”, “Lazy”, y también material para los fans de los álbumes más recientes con Steve Morse en la guitarra como “Vincent Price”, “Contact Lost”, “The Well-Dressed Guitar” y “Hell To Pay”, un par de estos provenientes de su más reciente placa Now What?!
4.- Don Airey
Reemplazar a un titán e innovador del teclado como Jon Lord es imposible. Sin embargo Don Airey se ha fajado los pantalones y tomado la estafeta que dejara Lord al retirarse de la banda en 2002. Este hombre tiene una larga experiencia en el mundo del Rock prestando sus servicios para los más diversos artistas como Judas Priest, Black Sabbath, Bruce Dickinson, Gary Moore, Rainbow, Whitesnake, Thin Lizzy, Saxon y un largo etcétera. Estamos ante un músico experimentado que ha procurado mantener intacto el sonido de su predecesor pero que también ha podido imprimir su propio sello a los temas clásicos de la banda. Ya verán durante su solo el virtuosismo del que es capaz.
5.- Ian Gillan
Sabemos que no canta igual que hace 40 años cuando tenía facultades casi sobrehumanas alcanzando registros potentes y altísimos. El señor ya tiene 69 años, así que es evidente que jamás va sonar como cuando debutó a los 24 años con Deep Purple. Aún así don Gillan tiene empuje y voz para sacar adelante giras y conciertos completos, y no dejará insatisfecho en ningún momento a los fans (a menos que se pongan demasiado exigentes) ni a la propia banda.
6.- Será una buena noche de Rock
Independientemente de la edad de sus protagonistas o de los músicos que la integren, el grupo tiene un nombre que pesa y una reputación que mantener. Les podemos asegurar que Deep Purple ofrecerá una gran noche de Rock, sin pretensiones, sin ayuda de pirotecnia, disfraces, proyecciones ni demás parafernalia; simplemente con el propio poder que le confieren las canciones que hoy en día han quedado grabadas en el alma de millones de personas alrededor del mundo.