A dos días de que el príncipe Harry se casara con la actriz Meghan Markle, la cuenta oficial en redes sociales de Kensington Palace compartió las fotografías oficiales de la boda.
Las fotos fueron tomadas por el fotógrafo Alexi Lubomirski, y fueron tomadas en el Green Darwin Room en el castillo de Windsor después de que la pareja regresara de su paseo en carroza por el pueblo. Quienes aparecen, además de los duques de Sussex —nuevo título que la reina Isabel II les ha dado—, son el príncipe William, Kate Middleton, el príncipe George y la princesa Charlotte, la mamá de Meghan, Doria Ragland, la reina Isabel, su esposo el duque de Edimburgo, Camila Parker, el príncipe Carlos, y las damitas de honor y pajecitos colocados en ambos lados.
“Sus altezas reales están encantados con estos retratos oficiales tomados por Alexi Lubomirski y están felices de poderlos compartir hoy. También les gustaría agradecerles por sus generosos mensajes de apoyo”, se lee en las publicaciones de las cuentas oficiales de Kensington Palace.
Más allá del honor o de que Harry no puede con su cara de felicidad, Kate con su cara de hastío, la princesa Charlotte toda despeinada y los niños sin saber voltear a la cámara… acá están algunas reacciones de internet.
Just three pictures?? pic.twitter.com/c29ekhp67v
— Rebecca! (@Reblawrence12) 21 de mayo de 2018
LOVE. THIS. pic.twitter.com/iRKk2pSuaN
— Kate Middleton Fans (@RoyallyKate) 21 de mayo de 2018
Descubre a @AlexiLubomirski, el guapísimo fotógrafo de la #bodareal ¡que tiene sangre peruana!👀📷👑 #RoyalWeddinghttps://t.co/cvXKwHHmGt pic.twitter.com/U4CyEDnRZh
— People En Español (@peopleenespanol) 18 de mayo de 2018
Pero las fotografías oficiales no fue el único tema del que se habló. Moby, por ejemplo, que normalmente se dedica a criticar política y socialmente ciertos sucesos en el mundo, se tomó el tiempo para hablar de la boda real pero no de una mala manera, sino todo lo contrario:
Demonios. Quería ser cínico sobre otra boda real, pero después vi el sermón de Michael Curry. Y el significado histórico de todo el evento me ahogó: una mujer afroamericana —que en realidad es birracial— es ahora una princesa, un reverendo increíble y progresista presidió la ceremonia, un coro de gospel cantó, e incluso Oprah estuvo en la boda. Además, estoy seguro que algunos viejos racistas están indignados, lo cual me hace todavía más feliz.