A comienzos de abril el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) estimó que el proyecto de la Refinería Dos Bocas en Tabasco era una mala idea y mientras organizaciones civiles señalaron el impacto ambiental que tendría; la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) publicó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y Estudio de Riesgo, en la cual Pemex dice que “sí” es viable la construcción de Dos Bocas, a pesar de unos cuantos detalles como los riesgos de inundaciones y tormentas.
Se supone que el análisis contempló los impactos y beneficios del proyecto —que de acuerdo con AMLO, su objetivo es impulsar el desarrollo económico de México— y la conclusión a la que se llegó es que la Refinería Dos Bocas es “una alternativa viable”.
¿Por qué?
Como mencionamos, la Manifestación de Impacto Ambiental y Estudio de Riesgo encontró que el terreno —ubicado en el puerto de Dos Bocas del municipio de Paraíso, Tabasco— está en riesgo de inundaciones de tormentas y en el impacto se esboza la alteración de la calidad del aire, agua y afectaciones a la fauna —un poco como lo que sucedía con el proyecto del NAIM (Nuevo Aeropuerto Internacional de México) Texcoco— peeeeeero, según Pemex, estos problemas pueden ser controlados o compensados.
Va un ejemplo: “Las actividades que causan los efectos más importantes son el desmonte, despalme y las actividades de mejoramiento de suelo, afectando directamente los factores ambientales Agua, Aire, Suelo, Geomorfología, Vegetación y Fauna“.
El impacto en el medio ambiente y fuerza económica
Sin embargo, el proyecto cuenta con plantas y sistemas de seguridad que siguen las normas de emisión, eficiencia energética y seguridad en la operación para la reducción de las emisiones de gases y partículas tóxicas en la atmósfera, la emisión de gases de efecto invernadero, el uso eficiente y reducción del consumo de agua dulce.
¿Y luego?, ¿cómo van a garantizar la contención del impacto negativo al medio ambiente? La evaluación va con los equipos de combustión que se supone consumirán combustibles con bajo contenido de carbono —gas de proceso y natural.
Ya en los rollos económicos, el estudio señala que este proyecto evitará la importación de combustibles y fomentará la autosuficiencia energética de nuestro país —con todo y “afectaciones moderadas al ambiente”, que serán contrarrestadas con programas de reforestación, rescate y reubicación de la fauna.
Los planes
Tras las preguntas sobre el impacto ambiental y los beneficios de la refinería Dos Bocas, el estudio considera que el Plan Estatal de Desarrollo, el Programa de Gestión para Mejorar la calidad del aire del estado (2018-2027) y el Programa estatal de acción ante el cambio climático funcionarán como los ejes para equilibrar los objetivos de este proyecto —contemplado con una vida útil de 20 años en su etapa de operación pero que puede incrementarse con el mantenimiento adecuado.
¿Otro beneficio? En su lista agregan el hecho de que las obras o sus componentes pueden ser sacados de operación si se decide acortar el tiempo útil de la refinería —por razones ambientales o económicas—, mientras puso énfasis en la capacidad de producción de gasolina, diésel y otros destilados del Sistema Nacional de Refinación —con combustibles más limpios.
La inversión inicial se prevé en cerca de ocho mil millones de dólares y estará integrada por 17 plantas e infraestructura de servicios para trabajar en la producción de 340 mil barriles diarios de crudo maya. De paso, mencionó que otro de los fuertes serán las obras externas como los oleoductos, la red eléctrica y hasta la infraestructura ferroviaria y la integración de nuevas vías de comunicación.
Mmmmjjmmm! ¿Hay o no permiso ambiental para construir la refinería Dos Bocas?https://t.co/Fl4eQDPvOD
— Sopitas (@sopitas) 20 de mayo de 2019
Así el informe que Petróleos Mexicanos entregó a la ASEA, la cual cuenta con 60 días para analizarlo y dictaminar qué procede. Mientras esto sucede, otras organizaciones ya dejaron su evaluación, entre ellas el Centro de Derecho Ambiental, que interpuso una demanda precisamente ante la ASEA por la remoción de la vegetación. Como mencionamos, el IMCO consideró que Dos Bocas es una mala idea, entre otras cosas porque:
- Cada vez hay menos demanda de hidrocarburos. Las energías limpias están aumentando.
- El año pasado no se utilizó ni la mitad de la capacidad de las refinerías que ya están instaladas en México.
- La refinación de petróleo es la etapa menos rentable de toda la cadena.
- Los costos de inversión son demasiado altos y “volátiles”.
- La producción de crudo en México ha ido cayendo por 18 años, si sigue así habría que importar petróleo para abastecer la refinería.
No obstante, el gobierno de AMLO ya comenzó a dar marcha con el proyecto y hasta hay gente que se ha registrado en las bolsas de trabajo para entrarle a la refinería de Dos Bocas, una de las apuestas de ya sabes quién para que la economía mejore y México logre su autosuficiencia energética.
#ASEA comparte la versión pública de la Manifestación de Impacto Ambiental y Estudio de Riesgo correspondientes al proyecto de la Refinería de #DosBocas https://t.co/vh0xl0kmLL pic.twitter.com/4YPGf50RG3
— ASEA (@agencia_asea) 19 de junio de 2019
En fin, si te interesa echarle un ojo al informe , te dejamos el enlace Proyecto de la Refinería de Dos Bocas, Tabasco.
**Foto de portada: @CEMDA