Después de que miles de personas se llevaran un recuerdo emplumado de Chapultepec y de ocasionar más frases choteadas en Instagram que la discografía de Lana del Rey, la escultura de las alas gigantescas que estaba ubicada en Av. Paseo de la Reforma —en el cruce con Grutas— fue retirada este miércoles en la noche por las autoridades.
Oficialmente se llama ‘La chicas buenas van al cielo y las malas a donde quieran’... no cierto, es Alas de México y fue realizada por el artista michoacano Jorge Marín.
Las autoridades de la CDMX decidieron moverla para ponerse guapos con un nuevo proyecto de movilidad en una de las zonas más transitadas de la capital. Ahí mismo van a hacer una ciclovía muy nice —según— que fue bautizada como Sendero Compartido Reforma en donde también saldrán beneficiados los peatones.
No es un adiós
La escultura ya se volvió una pieza clave de la cultura popular chilanga… entonces no podían llevársela así como así.
Por eso, Alas de México estará guardada unos cuantos días —recibiendo una muy necesaria manita de gato— para ser reubicada permanentemente en otro lugar céntrico de la CDMX. Su nuevo lugar será en Av. Paseo de la Reforma en el cruce con la calle de Varsovia, a una cuadrita del Ángel de la Independencia.
“La Ciudad está viva y con ella mi obra”, señaló su creador Jorge Marín en un comunicado. “Alas de México es una obra interactiva que solo es completada cuando el espectador se apropia de ella”.
¿Un dato curioso? Aunque nosotros la conocemos por ser un ícono de la CDMX, hay otras ciudades alrededor del mundo que tienen una réplica permanente de la obra de Jorge Marín: Estambul (Turquía), Beirut (Líbano), San José (Costa Rica), Quebec (Canadá), Singapur (Singapur), Tel Aviv (Israel), Dubai (Emiratos Árabes Unidos), Nagoya (Japón), Madrid (España), La Haya (Países Bajos), Berlín (Alemania) y las cuatro ciudades gabachas de Sacramento, Los Ángeles, Denver y San Antonio.