En la estrategia de reacomodar sus filas tras el desastre electoral del 1 de julio, este lunes René Juárez Cisneros renunció a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En conferencia de prensa, Juárez Cisneros se despidió de la dirigencia del partido para moverse a la Cámara de Diputados, en la que obtuvo un lugar por la vía plurinominal —y que se prevé sea nombrado coordinador parlamentario—.

Según Juárez Cisneros, “no es tiempo de repartir culpas” así que el PRI tendrá que aplicarse para remontar los desastrosos resultados de las elecciones: “¿Nos cambiaron porque no cambiamos? ¿Cuál es el cambio que requiere el PRI? En mi opinión, el cambio debe ser del tamaño de la derrota.

Y como si se tratara de una revancha, Claudia Ruiz Massieu, exsecretaria de Relaciones Exteriores y exsecretaria general del CEN del partido, se quedó al frente de la dirigencia.

Regresan los Moreira

A este equipo regresa Ruben Moreira, exgobernador de Coahuila y hermano de Humberto Moreira —también exgobernador de este estado y que el año pasado renunció a la militancia priista para integrarse al Partido Joven en busca de una diputación local por la vía plurinominal—.

Por lo pronto, Massieu adelantó que en los próximos días se reunirá la Comisión Política Permanente y el Consejo Político Nacional del partido para elegir a la dirigencia tras el periodo que comenzó Manlio Fabio Beltrones —quien renunció a la Presidencia en 2016—.

De manera extraoficial, en la columna Bajo Reserva de El Universal han señalado que el nombramiento no sería una cuestión de mera casualidad, pues la sombra de Carlos Salinas de Gortari, tío de Ruiz Massieu, estaría sobre los movimientos del PRI para remontar lo que muchos suponen:

Una derrota “histórica

A comienzos de mayo de este año y ante los números negativos de José Antonio Meade, entonces candidato de la coalición Todos Por México, en las encuestas presidenciales; el PRI decidió cambiar la dirección y nombró a Juárez Cisneros, exgobernador de Guerrero, como presidente nacional del tricolor.

Sin embargo, poco pudo hacer para remontar el tercer lugar en el que su candidato se encontraba y tampoco pudo hacer frente a la desconfianza de miles de ciudadanos que dieron su voto a otro partido que no fuera el PRI.

De esta manera, la desconfianza se reflejó en los resultados del PRI a nivel estatal, no sólo presidencial:

No ganó la gubernatura de ningún estado y tan sólo en la tierra de Enrique Peña Nieto, el Estado de México, perdió la mayoría de los municipios, pues de 125 sólo se quedó con 23.

En CDMX su candidato Mikel Arriola no logró acercarse a “La Jefa”, Alejandra Barrales, y al final en la capital del país únicamente logró alcanzar el poder en Cuajimalpa.

Ante este panorama, el PRI busca su reestructura y con el mando de Ruiz Massieu, quien en el Ejecutivo fue removida de su cargo como canciller para darle paso a Luis Videgaray, planea reforzar su presencia, después de haber sido abandonado por sus militantes, cuestionado por la opinión pública y quedarse sin mayoría en el Congreso.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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